jueves, 11 de febrero de 2010

DESCORRIENDO EL VELO PARA AVANZAR



Compañeros

DIRECCIÓN NACIONAL

Del PPD

Santiago

Lunes, 08 de febrero de 2010

DESCORRIENDO EL VELO PARA AVANZAR

Como todos los jueves, durante 12 años y en forma ininterrumpida, la Comisión Nacional Ciudadana de DD.HH. del PPD (después de las elecciones del 17 de Enero de 2010, fecha en que sufriéramos la primera derrota electoral como Concertación, después de 20 años de gobierno) el pasado jueves 21 de enero, convocamos a reunión ordinaria, para replantearnos como militantes, una reflexión que nos aclare cuán distantes estamos todavía de internalizar y hacer nuestros los conceptos más elementales de la democracia, el respeto a la vida y en ello, el de los derechos humanos.08 de febrero de 2010

La participación de cada uno de nosotros como militantes, activistas y defensores de los DD.HH., nos marca un deber y un derecho. Deber que tenemos que asumir con convicción, fuerza y mística, especialmente como protagonistas de un proceso que fue duro y difícil en dictadura, aún ante la incomprensión de lo que significa en su profundidad, en su esencia, el compromiso que debiera existir siempre y al interior del Partido Por La Democracia, la promoción y defensa de los derechos humanos. Y, nuestro derecho, es exigir ser parte de las políticas de dirección del partido.

Sobre dichas materias, la entrega generosa que hace cada uno de nosotros, aportando a la sociedad todas nuestras capacidades, experiencias, lealtades y profesionalismo, se subestima y aún es ignorada por parte de la dirigencia de nuestro partido.

Por desgracia para el partido y los derechos humanos, ha sido la intriga, la mezquindad, la arrogancia, el despotismo, el nepotismo, y el travestismo político que ha creado y perpetuado dinastías políticas que menosprecian a las personas, con la apatía propia de aquellos autos designados dirigentes que se perpetúan en los cargos.

Son esos mismos mediocres que con subterfugios y astucias logran retener cargos de relevancia en las direcciones políticas del PPD y de todos los demás partidos que se suponen democráticos y antidictatoriales siempre engañando con sus dobles y a veces ambiguos discursos.

Se arrodillan en sus pulpitos escarlatas, ahora golpeándose el pecho en posturas y explicaciones burdas de pseudo académicos y hasta tristemente doctorales, a los militantes honestos y luchadores, al ciudadano que observa con espanto, la acción traicionera que nos llevó al desastre del triunfo presidencial que logró la derecha que se ha impuesto, fundamentalmente, por el egoísmo y la desidia de las direcciones políticas de la Concertación que, se suponía, representaban mejor las aspiraciones de la inmensa mayoría del pueblo chileno que tanto sufrió en la espantosa dictadura de Pinochet.

Así, entonces, la incapacidad, inmadures, e inseguridad que limita al sujeto, en su desarrollo como persona, como el daño que se le causa a la organización deben ceder el paso a quienes convencidamente entienden que el camino ha sido equivocado y que se deben hacer rectificaciones profundas, al menos dentro de nuestro partido.

Esta etapa se debe superar, con la convicción de perseverar en la defensa, inclaudicable, de la democracia y de los bienes del Estado, para lo cual, de una vez por todas debemos acabar con las ambiciones personales y el pésimo accionar político de tantos y tanto responsables, por cuanto esas bajezas deben quedar excluidas ante los valores éticos y principios superiores de buscar el bien común para todos, particularmente la libertad, la democracia y el respeto a los derechos esenciales de todo ser humano.

Si los dirigentes nacionales del Partido por la Democracia hubiesen tenido una formación sólida y principios respetables por entregarse a las causas nobles, en vez de la ambición personal que nos ha hundido políticamente en el último proceso eleccionario, como asimismo si hubiesen actuado con respeto y apoyando a aquellos que a diario contribuyen y construyen en las bases de nuestra sociedad, enarbolando las banderas de la democracia, junto al Partido en el se que milita, no cabria la menor duda, que seriamos artífices y continuadores de una potencia que proyecta y desarrolla políticas con alturas de miras y visión de futuro en nuestra nación. Lamentablemente no es ni fue nunca así. Ni aún siquiera tuvieron la mínima voluntad para comprometer su apoyo en el acto de agradecer a esas naciones hermanas que durante la dictadura fascista de Pinochet, abrieron las amplias puertas de sus países para recibir a miles y miles de exiliados chilenos; países que salvaron las vidas de cientos de ciudadanos perseguidos y de otros que corrían peligro en los campos de concentración y mazmorras de la dictadura. A modo de recuerdo solamente, porque la memoria es frágil y en nuestros dirigentes es amnesia, ya que ese acto fue planteado al Partido con dos años de antelación a las elecciones, pero completamente ignorado por la alta dirigencia.

Por otro lado, también como recordatorio, antes de las elecciones de parlamentarios se solicitó a nuestra Dirección la publicación de un libro con la doctrina de los derechos humanos, en cuya redacción participaban connotados activistas chilenos e internacionales de los DD.HH. Se nos negó esta petición, pero sí se financió un mal libro escrito por el presidente Pepe Ruth, que no aportó ni aporta nada a la lucha política y menos a la literatura.

Así entonces, la desidia frente a la importancia de los DD.HH. por parte de la Dirección del PPD, fue y ha sido tan grande e inaceptable, que el pasado 10 de diciembre, fecha en la que se celebraba el 51ª Aniversario de la Declaración Universal de los DD.HH. de la ONU, en que la Comisión Nacional Ciudadana de los DD.HH. del PPD celebró también sus 12 años de existencia, no logramos a que al acto -que se realizó en los salones del Partido, a capacidad llena, incluso con participación de destacados valores extranjeros se pudiera acercar ni un solo dirigente nacional a entregar una palabra de aliento, de saludo o de confraternidad.

Hoy, el espectáculo público que dan por posesionarse de la dirección del partido es vergonzoso. Parecieran nazis luchando por el Poder durante “la noche de los cuchillos largos”. Se han olvidado de que todos son culpables de la derrota y, es más, quieren hacer oposición por hacerla sin pensar en la nueva realidad chilena. El pueblo no quiere más engaños, abusos de poder, ni tropelías. Bastó un puesto público nombrado a dedo o por elección para que se olvidaran del pueblo y de los militantes. Ni siquiera con pedidos de audiencias con mucha antelación se dignaron atendernos. Hoy, el descaro, los hace buscar nuestro voto como si nada hubiese ocurrido en Chile.

Así y todo, con todos los errores de nuestros dirigentes y a pesar del entorpecimiento de ellos, tenemos que reconocer los grandes avances y logros en democracia, como así también, que el modelo económico implantado por el neo-liberalismo está en una profunda crisis, tal como lo han reconocido todos los grandes líderes mundiales, al no garantizar los derechos humanos mínimos de nuestra sociedad, ni menos la equidad, en una sociedad horriblemente clasista, arribista y de peluche. Ese modelo brutal nos obliga como Partido por la Democracia, como miembros de la Social Democracia, y como concertacionistas, a crear una nueva dinámica democrática y participativa, hoy más que nunca, para estar atento y hacer valer las necesidades de los cambios y de políticas.

Tenemos que proyectar políticas de cohesión y unidad, fortaleciendo la Comisión Nacional de los DD. HH y de la Concertación, juntos a todo el espectro político, puesto que por lo mucho que hay, mucho hay que aportar y mucho que construir, pero junto a las organizaciones sociales y por sobre junto a todo el pueblo de Chile.

La derrota ya pertenece al pasado y a los necios. El tiempo es hoy y debemos afrontarlo en las condiciones que nos impone esta nueva realidad, donde el modelo económico se impuso, por sobre la verdad, pero no podrá esconderse mientras ella sea llevada clara y contundentemente al ciudadano que vive y sufre los rigores de un sistema que es ideal para los poderosos, pero fatal para quienes viven honestamente de su trabajo y es solidario con sus hermanos que lo sufren.

Ese será nuestro baluarte para no desfallecer nunca.

Juan Bautista Henríquez Profesor

Luis Cifuentes Droguet Empresario

Juan Campos Cifuentes Magíster

Guillerm Fonck O’Bryan Ingeniero, Doctorando

Mario Concha Vergara Periodista, Doctorando

Juan Acuña Acuña Dirigente Poblacional

Carlos Pereira R. Profesor

Julio González Jeria Funcionario Publico

Alicia Zúñiga Dinamarca Secretaria Bilingüe

Ángel Candia Profesor

Viviana Guarda González Profesora

Julita Sanhueza Sanhueza Ex Prisionera Política

Marcia Fariña de la R Profesora

Ismael Villavicencio Carrasco Gestor de comercio

José A Quirolao Dirigente Social

Vicente Cordero Funcionario publico

Jaime Paine Vilo Abogado

Wenceslao Carreño Profesor, Doctorando

Dagoberto Acuña González Dirigente Social

Roberto Bravo Dirigente Social

Comisión Nacional Ciudadana de Derechos Humanos del Partido por la Democracia

Queremos recibir opiniones.

Juan-bautista1939@ hotmail.com

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