Día 15/03/2015 - 19.51h
El Gobierno de Maduro rechaza la petición hecha por Unasur, organización a la que también prohíbe acceder a sus cárceles
A pesar de que UNASUR apoya al régimen de Maduro, éste en una demostración de fuerza negó que el organismo o la Cruz Roja Internacional visitara a los presos políticos. UNASUR defendió a los venezolanos sancionados por EE.UU. sin saber que ellos, los sancionados, están inmersos en el narcotráfico y torturas a los presos políticos. En otras palabras UNASUR irrepeta los DD.HH. y se hace cómplice del régimen venezolano.
Los países miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) solicitaron sin éxito el
sábado a Venezuela que representantes de la organización puedan visitar
los presos políticos cuya liberación está siendo reclamada
internacionalmente de modo insistente.
El interés de Unasur por los casos del dirigente opositor Leopoldo López o el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma,
fue criticada por el Gobierno venezolano, que impidió que en la reunión
celebrada en Quito (Ecuador) se aprobara una resolución para que una
delegación de Unasur visitara esos dirigentes encarcelados.
De acuerdo con fuentes conocedoras del debate celebrado a puerta cerrada, Venezuela incluso rechazó que sea la Cruz Roja la que vaya a las cárceles
para poder conocer el estado en que sea encuentran los opositores, cuya
detención se llevó a cabo sin gran carga de pruebas. El Ejecutivo de
Maduro argumentó que el sistema judicial venezolano funciona
correctamente y no necesita de terceros para supervisarlo.
Caracas logró que los países de la región avalaran en una resolución el «rechazo» a las sanciones impuestas por Estados Unidos
contra altos funcionarios civiles y militares venezolanos por su
implicación en la represión de los derechos humanos y la corrupción
pública. Inicialmente Venezuela había querido que la declaración pusiera
el acento en la «derogación» de las sanciones, pero la iniciativa solo
contó con el voto de Ecuador, Bolivia y Argentina. Al final, el
redacción aprobada suavizó las expresiones y dejó la petición de
«derogación» en la última línea.
El texto aprobado indica que los países de Unasur «manifiestan su rechazo» a ese régimen de sanciones «por cuanto constituye una amenaza injerencista a la soberanía
y al principio de no intervención en los asuntos internos de otros
Estados». Unasur pide a los Gobiernos «que se abstengan de la aplicación
de medidas coercitivas unilaterales que contravengan el Derecho
Internacional», y llaman a Washington a que «evalúe y ponga en práctica
alternativas de diálogo con el Gobierno de Venezuela, bajo los
principios de respeto a la soberanía y autodeterminación de los
pueblos». «En consecuencia, solicita la derogación» del decreto de
Barack Obama.
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