LA MUERTE DE UN PRESIDENTE
Desde el exilio: 1976 - 2016
*Por Juan Carlos C. J., Editor jefe
La muerte en La Moneda del compañero presidente Dr. Salvador Allende, fue una ofrenda a la nación, a la patria y a las burdas calumnias de los verdaderos traidores que usurparon el poder a través de un golpe de estado. El compañero presidente, luchó hasta el final; no se suicidó, sino que lo mataron en lucha abierta. No contentos con verle caer, todos los presentes dispararon contra el cadáver y el más vil de ellos, le dio culatazos en su rostro, hasta desfigurándoselo.
La canalla oligarquía criolla asfixió a las instituciones democráticas del gobierno popular (UP) y al sistema de justicia del país, en aras de cuidar intereses foráneos, que no interpretaban necesariamente los supremos deseos de la ciudadanía.
En 1973 el gobierno constitucional que tantos anhelos y esperanza inspiró se derrumbó dramáticamente. La dignidad de miles y miles de chilenos fue pisoteada. Los del exilio colaboramos en denunciar estos hechos y en llamar a la solidaridad internacional con el pueblo de Chile. Esto implicó un aislamiento político internacional muy rígido que termino por asfixiar al gobierno militar, e impidió a Pinochet viajar oficialmente al extranjero. El régimen militar esperó los aplausos del mundo occidental por derrocar cobardemente en un golpe de estado al gobierno popular, pero fue observado con estupor y rechazado por la sociedad internacional recibiendo una condena mundial.
Los exsobrevientes de la dictadura en el exilio conocemos acerca del miedo, la tortura, la represión brutal, la perdida de libertades y las amenazas de muerte, como una aberración al castigo indiscriminante del ser.
Debemos mantener como referente los ejemplos heroicos de muchos patriotas que sacrificaron sus vidas en aras por construir una sociedad mejor, pero NO en el sentido del culto a la personalidad. El legado de estos tiempos en democracia, trae consigo la simiente de una esperanza que permanece visible, pero que debemos aceptar y es el surgimiento de nuevos liderazgos que traen consigo las nuevas generaciones.
El surgimiento de nuevos líderes, nos permitará alcanzar un sistema de vida más próspero y activo para la mayoría de los chilenos. No siendo sumisos a ningún sistema, ni tampoco dejarnos seducir por utopías, dogmas cerrados, gobernados por burocracias o gobiernos totalitarios, sino intrínsecamente basados en un sistema democrático de libertades individuales, de monumentales posibilidades de actuación del individuo que favorezcan el talento, la educación, los negocios y los DD.HH.
La visión neoliberal que tienen los actuales asesores del gobierno de la Nueva Mayoría NO es la prioridad fundamental de poner en marcha la idea de una ASAMBLEA CONSTITUYENTE (AC) que le permita a la ciudadanía tener una representación más fiel y objetiva de sus necesidades. La ciudadanía necesita ejercer sus derechos y de forma urgente tener una ASAMBLEA CONSTITUYENTE (AC) pero, que no sea impuesta por los partidos políticos tradicionales o por la imposición que produce y paga el dinero. Sino que sea una ASAMBLEA CONSTITUYENTE que nos permita renovar el parlamento en su conjunto y que los sueldos de los nuevos parlamentarios sean acordes con nuestra realidad económica y esencialmente sean elegidos por periodos limitados.
En Chile nadie sobra ni pobres, ni ricos. Ni de derecha o de izquierda. La patria necesita de todos sus hijos para engrandecer la nación con espíritu de trabajo, esfuerzo, respeto, y tesón.
¿Qué debemos hacer?
Con la presente generación nos corresponde inspirar a los (nuevos) jóvenes líderes con el propósito de alcanzar una sociedad libre sin amarre ni competencias.
¡Que no se nos olvide!
Que una nueva Carta fundamental, nos conceda los derechos de recuperar el COBRE (viga maestra de nuestra economía) y que las ganancias sean reprogramadas para invertir y explorar otros campos de producción o fuentes de sustento antes que el metal rojo se extinga de las minas, por su excesiva explotación o codicia de los mercados.
Es urgente también, que el gobierno de la Nueva Mayoría y sus parlamentarios atiendan las demandas de "reparación" que ha interpuesto por años la organización de exprisioneros políticos UNExPP al FISCO, y que espera con impaciencia la solución de recibir una Indemnización Justa y Adecuada. La exaltación de los derechos humanos requiere de gran fuerza y valor por parte de aquellos que se encuentran hoy en el poder. Requiere que los políticos piensen y, actúen fundamentalmente sin mezquindad. Muchos de nuestros compatriotas están muriendo en la pobreza y el olvido invisibilizados por quienes detentan y abusan de un poder llamado democracia.
Finalmente, necesitamos abrirle nuestros brazos de hospitalidad a los refugiados inmigrantes de Europa, tal como una vez hace 43 años las naciones del mundo libre nos dieron a los chilenos abrigo, cobijo y protección. Sin embargo, debemos ser muy cautelosos y tajantes en decir NO con aquellos que proponen traer médicos cubanos bajo la excusa de que resultan más económicos por sus servicios y reconocido trabajo profesional. El aspecto profesional de estos médicos no es lo que esta en tela de juicio, lo que debemos rechazar es el proselitismo político que viene acompañado con estos médicos bajo las directrices directoras de un sistema caduco y totalitario que amenace y distorsione nuestra incipiente democracia. Quienes tienen la capacidad de actuar tienen el deber de no permitirlo.
"El pueblo solo puede sobrevivir desarrollando la unidad, superando todas las divisiones del pasado. Somos hermanos y hermanas luchando por una misma causa. La justicia social. Este es el único mensaje de esperanza que tengo para compartir con los trabajadores, campesinos, estudiantes, profesionales, ama de casa y pueblo en general de Chile".
Muchas gracias!
*Juan Carlos, fue un exdirigente del Cordón Cerrillos en Santiago - Chile (1970 -1973).
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