Este Blog está destinado a la información, promoción y defensa de los Derechos Humanos tanto en Chile como en el extranjero, de acuerdo a los principios sustentados por la Social Democracia Internacional y el partido PPD de Chile
sábado, 21 de febrero de 2015
viernes, 20 de febrero de 2015
MADURO SE ESTÁ PASANDO DE LA RAYA ¿QUE DICE EL GOBIERNO DE BACHELET? NUESTRO GOBIERNO DEBE PEDIR RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS EN VENEZUELA
MADURO SE ESTÁ PASANDO DE LA RAYA ¿QUE DICE EL GOBIERNO DE BACHELET?
El filósofo Fernando Mires dice que la impresión general de los medios internacionales es que con la
detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma (19. 02) el mandatario
Nicolás Maduro de Venezuela, ha cruzado la línea que separa lo que fue una vez un gobierno
popular y constitucional de un gobierno militar e incluso de una dictadura
militar.
El
propósito de la detención de Ledezma, afirma la gran mayoría de los periódicos,
no tiene nada que ver con algún hecho realizado o propiciado por el alcalde,
sino más bien con una cálculo del gobierno, cálculo que apuntaría a los
siguientes objetivos:
- Demostrar a la oposición, pero sobre todo a sus propios seguidores, que a pesar de su enorme impopularidad, reflejada en todas las encuestas (incluyendo las oficialistas), el gobierno mantiene pleno control sobre los mecanismos fácticos del poder.
- Provocar y acentuar la división opositora entre los que sustentan la opinión de que frente a un tipo de gobierno como el de Maduro no puede haber ninguna salida electoral y los que afirman que las elecciones son la única vía para derrotar al gobierno.
- Desplazar la lucha desde el espacio político y social al espacio policial y militar en el cual el gobierno puede sentirse mucho más seguro.
- De acuerdo a los puntos anteriores, la detención de Ledezma amenaza ser solo el comienzo de una escalada represiva cuyo objetivo deberá culminar con la ilegalización de toda la oposición a fin de suspender o postergar hacia una fecha no determinada la celebración de las elecciones parlamentarias de 2015.
- La opinión general es que en Venezuela está teniendo lugar un golpe de Estado realizado desde el Estado. Este tipo de Golpe de Estado, es a imagen y semejanza de lo que hizo Hitler en la Alemania Nazi.
- Ante esto es necesario que los gobiernos democráticos del continente, en especial el de la doctora Michelle Bachelet Jeria, de Chile, se pronuncie en defensa de las libertades democráticas de la región y en especial de Venzuela. Bachelet debería recordar su propia experiencia personal con respecto a lo que es una dictadura militar. Hoy, no es necesario eliminar físicamente a la población opositora como lo hiciera Pinochet, basta con anular a los opositores políticamente llevándolos a prisión con arrestos arbitrarios, como acostumbran las dictaduras y mantenerlos en el silencio profundo de una mazmorra carcelaria.
- Recordemos que el joven dirigente opositor venezolano Leopoldo López lleva preso un año en una cárcel militar de Caracas sin cargos para su enjuiciamiento y sin juicio.
- Es un imperativo moral que Venezuela vuelva al redil democrático y para ello es necesarion el apoyo del gobierno del país más demoicrático de latinoamérica: Chile.
jueves, 12 de febrero de 2015
Sigue la represión en contra de los estudiantes en venezuela
Venezuela: Marcha termina en enfrentamientos
Una protesta de
estudiantes en la ciudad de San Cristóbal terminó en un enfrentamiento
entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Un
estudiante es trasladado herido tras el enfrentamiento entre
manifestantes y fuerzas de seguridad en San Cristóbal, Venezuela.
Venezuela: Oposición propone plan de transición
El acuerdo pretende sacar al país de la crisis en que se encuentra, asegurando que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha entrado “en fase terminal”.Los estudiantes regresan a la calle
A un año de que iniciaron las protestas en Venezuela, nuevamente los estudiantes que adversan y apoyan al gobierno del presidente Nicolás Maduro, saldrán a la calle.Siguen detenidas 60 personas por protestar
Detenidos son opositores al gobierno de Nicolás Maduro, calificados como "víctimas" de la justicia venezolana por organización no gubernamental Foro Penal Venezolano.
Voz de América - Redacción
12.02.2015
Una marcha de estudiantes en San Cristóbal, departamento de
Táchira, en el oeste de Venezuela, terminó con enfrentamientos entre los
manifestantes y la fuerzas del orden.
En la manifestación, por la conmemoración de un año del comienzo de las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro, la policía y la fuerza militar impidieron a los estudiantes llegar a la sede de la Defensoría del Pueblo de San Cristóbal, donde pretendían entregar un documento.
Según medios locales, manifestantes comenzaron a lanzar piedras a los efectivos de seguridad, quienes respondieron con bombas lacrimógenas para dispersar la marcha.
Líderes estudiantiles culparon a “infiltrados” por la violencia.
“Aquí salieron unos infiltrados, encapuchados que lanzaron piedras para crear caos. Se salió de control. Responsabilizamos a esos encapuchados que enviaron para sabotear y dañar la marcha”, dijo Reinaldo Manrique, del centro de estudiantes de la ULA Táchira, al periódico venezolano El Universal.
Por su parte, la defensora del Pueblo, Eli Zamarig Vivas, señaló que era su intención recibir a los estudiantes, pero “no se pudo”.
Hasta el momento de los incidentes, la marcha se había dado con total tranquilidad.
Autoridades de seguridad locales señalaron que hubo cinco efectivos heridos por la violencia.
En toda Venezuela opositores marcharon por la conmemoración de un año de las protestas que dejaron 43 muertos, mientras que el oficialismo celebró el Día de la Juventud.
En la manifestación, por la conmemoración de un año del comienzo de las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro, la policía y la fuerza militar impidieron a los estudiantes llegar a la sede de la Defensoría del Pueblo de San Cristóbal, donde pretendían entregar un documento.
Según medios locales, manifestantes comenzaron a lanzar piedras a los efectivos de seguridad, quienes respondieron con bombas lacrimógenas para dispersar la marcha.
Líderes estudiantiles culparon a “infiltrados” por la violencia.
“Aquí salieron unos infiltrados, encapuchados que lanzaron piedras para crear caos. Se salió de control. Responsabilizamos a esos encapuchados que enviaron para sabotear y dañar la marcha”, dijo Reinaldo Manrique, del centro de estudiantes de la ULA Táchira, al periódico venezolano El Universal.
Por su parte, la defensora del Pueblo, Eli Zamarig Vivas, señaló que era su intención recibir a los estudiantes, pero “no se pudo”.
Hasta el momento de los incidentes, la marcha se había dado con total tranquilidad.
Autoridades de seguridad locales señalaron que hubo cinco efectivos heridos por la violencia.
En toda Venezuela opositores marcharon por la conmemoración de un año de las protestas que dejaron 43 muertos, mientras que el oficialismo celebró el Día de la Juventud.
lunes, 9 de febrero de 2015
El Vaticano reconoció oficialmente esta semana el martirio de monseñor Óscar Romero, arzobispo de San Salvador entre febrero de 1977 y el 24 de marzo de 1980, día en que un francotirador le disparó mientras oficiaba una misa
El martirio de Romero
Por : Carlos Dada en Opinión Publicado: 06.02.2015
El
Vaticano reconoció oficialmente esta semana el martirio de monseñor
Óscar Romero, arzobispo de San Salvador entre febrero de 1977 y el 24 de
marzo de 1980, día en que un francotirador le disparó mientras oficiaba
una misa. Fue un crimen político que por décadas se mantuvo sin
culpables. En esta columna, Carlos Dada –el periodista salvadoreño que entrevistó a uno de sus asesinos–
señala que “más allá del aspecto religioso, el reconocimiento del
martirio de Romero es una reparación histórica: el establecimiento
inequívoco de que, en su defensa de los pobres y los indefensos, y en su
denuncia de las graves violaciones a los derechos humanos, monseñor
Romero actuó inspirado en la doctrina social de la Iglesia y no en el
marxismo, como pretendieron establecer sus enemigos para justificar el
odio que los llevó a asesinarlo o a justificar el crimen”.
Colgadas en la pared
de mi escritorio hay copias de dos de las varias amenazas de muerte que
recibió monseñor Óscar Romero durante sus tres años de arzobispado. Una,
firmada por la “Unión Guerrera Blanca” y dirigida a “Mentado Arzobispo
Romero”, lo condena a muerte “igual que hemos matado a tanto cura
comunista”. La otra, firmada por La Falange, es de mayo de 1979 y tiene
una enorme suástica, “símbolo del enemigo acérrimo del comunismo” y un
texto en el que le advierten al arzobispo de San Salvador que “está a la
cabeza de un grupo de clérigos que en cualquier momento recibirán unos
30 proyectiles en la cara y en el pecho”.
Desde Rutilio Grande, en 1977, hasta los sacerdotes jesuitas en 1989,
más de veinte religiosos católicos fueron asesinados en El Salvador por
cuerpos de seguridad o fuerzas paramilitares (escuadrones de la
muerte); otros fueron expulsados del país; otros más detenidos y
torturados. Aquella parte de la iglesia católica salvadoreña dispuesta a
asumir las conclusiones del Concilio Vaticano II y de las conferencias
de Medellín y Puebla se convirtió en la enemiga de todos aquellos que
querían mantener un sistema de privilegios para unos pocos y sufrimiento
e injusticia para la mayoría.
Debido a que los asesinos de Romero eran gente de extrema derecha, y
sobre todo a que uno de ellos, el mayor Roberto D’Aubuisson, se
convirtió después en político, fundador y líder histórico de Arena y en
presidente de la Asamblea Legislativa, el crimen quedó en la impunidad y
la figura de Romero fue minimizada durante las dos décadas en las que
ese partido gobernó El Salvador. En el resto del mundo, en cambio, la
figura de Romero solo ha ido creciendo.
Ahora, la barbarie del crimen es tan evidente que hasta el presidente
de Arena ha reconocido la figura de monseñor Romero como líder
espiritual del país y su candidato a alcalde ha incluido entre sus
promesas de campaña erigir una plaza en homenaje al arzobispo. Aún
parecen lejos de asumir también la responsabilidad de su líder histórico
en el crimen (y en muchos otros), pero el reconocimiento de la figura
de Romero es un gran síntoma, que va de la mano con el reconocimiento
oficial de su martirio hecho por el Papa Francisco.
Sé que es, o debería de ser, un día de celebración para todos los
miembros de la comunidad católica salvadoreña. No voy a hablar hoy de
aquellos católicos que no celebran. Pero hablar de su beatificación o su
canonización, desde una perspectiva puramente católica, me parece hoy
muy poco. El martirio de Romero debe ser una fiesta ecuménica, en la que
participen católicos, evangélicos, judíos, musulmanes, agnósticos y
ateos (conozco a un par de personas que no creen en Dios pero sí creen
en monseñor Romero y le rezan. Por más incongruente que parezca no es
anormal. En México hay más devotos de la virgen de Guadalupe que
católicos.)
Y es una fiesta de todos porque, más allá del aspecto religioso, el
reconocimiento del martirio de Romero es una reparación histórica: el
establecimiento inequívoco de que, en su defensa de los pobres y los
indefensos, y en su denuncia de las graves violaciones a los derechos
humanos, monseñor Romero actuó inspirado en la doctrina social de la
Iglesia y no en el marxismo, como pretendieron establecer sus enemigos
para justificar el odio que los llevó a asesinarlo o a justificar el
crimen. Romero se mantuvo apegado a los principios más elementales del
cristianismo y del humanismo. Mediante su defensa de los más
desprotegidos, mediante su sacrificio por los más pobres, actuó a
semejanza del fundador de su iglesia.
Eso lo convirtió en una amenaza para todos aquellos que pretendían
mantener sus privilegios a costa de la eliminación sistemática de
cualquiera que los pusiera en riesgo. “Si me matan -dijo- resucitaré en
el pueblo salvadoreño”.
Entre sus enemigos estaban no solo la ultraderechista y los jefes
militares de aquellos años. Hay también otro grupo, mucho más oscuro y
del que poco se habla: uno compuesto por varios obispos y sacerdotes
que, en una alta traición a los principios cristianos y humanos más
elementales, bendijeron literalmente la represión, conspiraron contra
Romero y llevaron la conspiración hasta Roma, y callaron ante el
asesinato de sus propios hermanos. Abandonaron a su arzobispo.
La historia suele ser lenta para colocarlo todo en su lugar. Pero
siempre termina haciéndolo. Hoy monseñor Romero es objeto de
reconocimiento universal mientras los entonces todopoderosos coroneles
Guillermo García, Eugenio Vides Casanova y Nicolás Carranza -quienes
protegieron a D’Aubuisson y lo liberaron cuando fue capturado en la
finca San Luis con el plan del operativo para asesinar a monseñor- han
enfrentado juicios en Estados Unidos y fueron encontrados culpables de
delitos de lesa humanidad. Veinte oficiales, entre ellos casi toda la
cúpula de la generación militar conocida como La Tandona, esperan juicio
hoy en Madrid por el asesinato de otros sacerdotes, los seis jesuitas
masacrados por el Batallón Atlacatl en 1989; y debido a una orden de
captura internacional no pueden abandonar El Salvador, el único país en
el que están (vaya paradoja) seguros.
En el 2010, el expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter revisó el
diario de sus años en la Casa Blanca e hizo una anotación, treinta años
después, que considero pertinente citar completa: “Cuando llegué a la
presidencia, la mayor parte de los regímenes en América del Sur y
Centroamérica eran dictaduras militares. Históricamente, los presidentes
estadounidenses, tanto Demócratas como Republicanos, apoyaron a los
dictadores y se opusieron enérgicamente -a veces con la ayuda de tropas
estadounidenses- a cualquier levantamiento popular indígena o de
minorías que amenazara el statu quo. Las razones para esto eran obvias.
Muchos de estos líderes habían sido entrenados en West Point o
Annapolis, hablaban inglés, familiarizados con nuestro sistema de libre
empresa y dispuestos a formar sociedades lucrativas con corporaciones
estadounidenses que tenían interés en los recursos naturales de esos
países. Estos incluían bananas, piñas, bauxita, hierro, estaño, maderas
exóticas. Era políticamente conveniente tildar, a los indígenas o a
otros grupos, de comunistas o simplemente revolucionarios. Los
sacerdotes católicos que apoyaban a los ciudadanos pobres y subyugados
eran condenados por El Vaticano como practicantes de la teología de la
liberación…”
La historia tarda, pero alcanza.
Hoy contamos con suficientes pruebas testimoniales y documentales
contra D’Aubuisson, incluyendo las confesiones de su jefe de seguridad,
de su chofer y un testigo accidental.
Pero no fue D’Aubuisson el único responsable del crimen. Escondidos a
su sombra permanecieron siempre los otros dos organizadores del
asesinato: el Capitán Eduardo Ávila Ávila, quien se suicidó años después
atormentado por sus incontables crímenes; y Mario Molina, un piloto
civil que sigue vivo, hijo del expresidente Arturo Armando Molina.
Escondidos también están quienes financiaron esta y otras operaciones
de los llamados escuadrones de la muerte: empresarios millonarios,
poderosos, impunes. Que se aprovecharon de su dinero, su poder y su
impunidad para disponer de la vida de muchos otros seres humanos.
Ninguno ha pagado por sus crímenes.
Pero siempre llega el juicio de la historia. Por eso es tan importante la declaración del Papa Francisco.
En mayo de 1977, Romero encabezó la misa de exequias para el
sacerdote Alfonso Navarro, asesinado pocos días antes por un escuadrón
de la muerte autodenominado Unión Guerrera Blanca (autor de una de las
amenazas contra monseñor que cuelgan en mi pared). Se cumplían además
dos meses del asesinato de su amigo personal, el sacerdote Rutilio
Grande. Allí Romero dijo: “Si a la Iglesia no se le puede creer, si a
los sacerdotes se les está confundiendo con guerrilleros; si a nuestra
misión evangélica se le está confundiendo con marxismo y comunismo, eso
no es justo, hermanos. Pero si la calumnia llega a cundir, decimos
entonces a las otras fuerzas morales que quedan en el mundo: ¿y ustedes
qué hacen?”. Su propia Iglesia tardó treinta y cinco años en
responderle. Lo ha hecho hoy Francisco.
Mario Concha Vergara renunció como director de Amnistía Internacional Chile y a la organización mundial por no cumplir, esta organización, con los estándares para la cual fue creada.
Mario Concha Vergara Secretario Regional Capital | de DD.HH. del PPD |
Estimados compañeros y lectores de este Blog: con fecha 06 de febrero de 2015,
a las 19:20 horas de la tarde, en la sede oficial de Amnistía Internacional
Chile, presenté mi renuncia tanto a la Junta Directiva como a la organización,
por estar en total desacuerdo con algunas políticas que ella viene llevando a
cabo tanto en materia de aborto, como en materias de políticas transicionales
(Ancianos, exonerados, etcétera), como en apoyo irrestricto a ciertas demandas
de grupos indígenas alzados en armas en contra del sistema democrático del
país. También hay discrepancias en cuando a la gestión de la Junta Directiva la
cual no entiende que nuestra política es la defensa a la vida como punto
principal de nuestras actividades. Tampoco se ha tenido una política clara sobre el
terrorismo. En materia de migración se ha apoyado la migración en forma indiscriminada,
olvidando la organización apoyar a los propios chilenos en los problemas de
salud pública, habitacional y educacional, los cuales son parte importante de
los DD.HH.
Nuestra organización,
lamentablemente ha sido ambigua y poco clara en la difusión de sus políticas y
la Junta Directiva ha tenido que caer en manos de una dirección ejecutiva que
ignora los aportes (aunque pocos) hechos por dicha Junta.
Por ejemplo, no ha existido una
política de priorización de educación en
los DD. HH.
Ha existido una total negación
ante la posibilidad de establecer oficinas o grupos de activismo en las
regiones de Chile (pues según los miembros de la Secretaría Ejecutiva, serían
poco controlables.).
Por otra parte, no se puede estar
de acuerdo con una organización totalmente burocrática, cuyos miembros de staff gozan de sueldos millonarios no comparables a los que la
organización dice defender; por ejemplo pensionados, jubilados, salario ético,
etcétera.
Por lo anterior y algo más, lamento
comunicarle a mis amigos de Chile y del
extranjero, y público en general, que me
vi obligado a renunciar a Amnistía Internacional pues, no quiero ser cómplice de políticas ajenas la verdadera
defensa de los derechos humanos ya que se ha caído en la difusión de políticas
ultras anti derechos humanos, así como en graves omisiones a las necesidades
del pueblo chileno.
Dr. © Mario H. Concha Vergara
RUT 4856194-2
Ex Ministros de Chile piden libertad de Leopoldo Lopez y los Presos Políticos venezolanos.
Ex Ministros de Chile piden libertad de Leopoldo Lopez y los Presos Políticos venezolanos.
Por la libertad y el entendimiento en Venezuela
Queremos
sumarnos a la condena de la situación que afecta a Leopoldo López y a
todas las personas que hoy permanecen presas en Venezuela por razones
políticas, como lo han hecho el Alto Comisionado de Derechos Humanos de
la ONU, el Grupo sobre detención arbitraria y el Comité contra la
Tortura también de la ONU, el Parlamento Europeo, la Internacional
Socialista y la ODCA.
El
próximo mes de febrero, Leopoldo López, importante dirigente de la
oposición, cumplirá un año de detención arbitraria en la Cárcel Militar
de Ramo Verde en los suburbios de Caracas. Junto a él, en el mismo
recinto permanecen también detenidos los alcaldes Daniel Ceballos y
Vicenzo Scarano. En otras cárceles hay decenas de jóvenes estudiantes
detenidos tras las manifestaciones de un año atrás.
A
ellos se les desconoce el derecho a un proceso justo, la presunción de
inocencia y su derecho a la libertad provisional. Las acusaciones que
pesan en su contra son jurídicamente improcedentes. Reprocharle a
Leopoldo López la autoría de un llamamiento implícito para subvertir
violentamente el orden institucional, es un cargo que no se concilia
con la realidad y que contraviene los principios del derecho penal
moderno en democracia.
Consideramos
un acto de coherencia política y de gratitud hacia Venezuela requerir
la inmediata liberación de los presos políticos de ese país hermano, y
valoramos la disposición del Gobierno de Chile de contribuir a un
diálogo nacional que permita resolver la crisis venezolana por el camino
del entendimiento, como lo plantearon los países de UNASUR.
Apoyan
esta carta 13 ex ministros de Chile de los partidos Socialista, por la
Democracia, Democracia Cristiana y Radical- Social Demócrata: Soledad
Alvear (PDC), Genaro Arriagada (PDC), Sergio Bitar (PPD), Jaime Campos
(PRSD), Adriana Delpiano (PPD), Alvaro Erazo (PS), Clarisa Hardy (PS),
Sergio Jiménez (PRSD), Isidro Solis (PRSD), Carolina Toha (PPD),
Belisario Velasco (PDC), Jose Antonio Vieragallo (PS), Francisco Vidal
(PPD).
Los símbolos de las dictaduras
Hoy en Venezuela, un régimen que se viste de democracia, presuntamente, existiría un sitio denominado ” la tumba “
Toda dictadura por naturaleza es represiva. La conciencia de ser un
régimen provisorio, aunque crean que es eterno, y el temor a que se
conozcan las verdades de sus continuas violaciones a los derechos
humanos, los obliga a defenderse con cárceles emblemáticas, cuyo solo
nombre genere pánico o temor en los ciudadanos.
En la URSS fue la Lubianka sede de la NKVD ,en la Alemania Nazi la
sede de la Gestapo en la Prinz Albrecht Strasse , en Cuba La Blanquita
, hoy teatro Karl Marx.
En época de las dictaduras venezolanas de Cipriano Castro y de Juan
Vicente Gómez fueron La Rotunda y el Castillo de Puerto Cabello, y con
Pérez Jiménez, la temible sede de la Seguridad Nacional en la Plaza
Morelos.
Hoy en Venezuela, un régimen que se viste de democracia,
presuntamente, existiría un sitio denominado ” la tumba ” que se ha ido
convirtiendo en un símbolo y que según informa, en un reciente artículo,
Leonardo Padrón, es un espacio ubicado en un sótano del Sebin, en la
Plaza Venezuela, en el que se estaría intentando quebrar la voluntad de
los estudiantes Lorent Saleh, Gerardo Cabrera y Gabriel Valles,
utilizando, lo que según Padrón, se denominaría tortura blanca, es
decir, aquella que no deja rastro visible.
De ser cierto, como muchos han venido denunciando la existencia de
ese temible e inhumano espacio de reclusión, habría que solicitar a la
Comision de Derechos Humanos de la ONU que le exijan al gobierno
venezolano el permiso para una inspección bien sea de la Cruz Roja o de
miembros de Naciones Unidas, para cerciorarse de la existencia o no de
esos temibles calabozos, presumiblemente violatorios de los DDHH.
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