jueves, 25 de febrero de 2016

LA VIUDA DE PINOCHET SIGUE EN LIBERTAD, NADIE LA INVESTIGA A PESAR DE LAS TRÁCALAS QUE HACE CON CEMA

CIENTOS DE INMUEBLES FIGURAN REPARTIDOS ENTRE SUS MÁS DE 180 FILIALES

Los negocios de Lucía Hiriart: el desconocido multirut de la Fundación CEMA

lucia-hiriart
CEMA, la fundación que preside hace 42 años y a perpetuidad Lucía Hiriart, es mucho más que un centenar de casas que el Estado le regaló en dictadura. CIPER descubrió una compleja y hasta ahora secreta red de al menos 186 filiales que creó en todo el país, con ruts y patrimonio propios. Allí se oculta un millonario botín inmobiliario que no figura en ningún registro oficial y cuyos secretos conoce el abogado Víctor M. Avilés. Hoy siguen activos 12 de esos ruts, sólo entre ellos suman propiedades avaluadas en $4.545 millones. Si le quitan la personalidad jurídica, todo va a manos de los Pinochet.
La orden que recibió Diego Núñez en su oficina de La Serena fue la misma que el ministro Víctor Osorio dio a los otros 14 seremis de Bienes Nacionales del país: debían investigar en sus respectivas regiones qué había pasado con cada uno de los inmuebles que el Estado cedió gratis durante la dictadura a la Fundación CEMA Chile. El objetivo: informar cuántos siguen en manos de la entidad sin fines de lucro que preside desde hace 42 años Lucía Hiriart, cuántos están arrendados y cuántos fueron vendidos. En su respuesta -que el seremi anticipó en un comunicado el  11 de enero- Núñez informó que en la IV Región son tres las propiedades bajo su lupa: una en La Serena, una en Coquimbo y otra en Vicuña.
Lucia Hiriart
Lucía Hiriart
El seremi Núñez no lo sabía, pero tras esas propiedades se escondía el punto de partida de una ruta que CIPER descubrió y que lleva directamente a unos 186 rut distintos asociados a CEMA y a varios de los inmuebles que le regaló el régimen militar y que no figuran en los registros oficiales.
Lo ocurrido en la IV Región confirmó que nadie sabe hoy con certeza cuántos bienes le transfirió el Fisco a CEMA. La única lista oficial es la que elaboró el Ministerio de Bienes Nacionales y que incluye 134 inmuebles que le fueron donados entre 1977 y 1989 (ver lista). A ellos se agregan los casi 20 inmuebles que recibió en concesión la fundación, cuyo destino se desconoce.
Pero basta una mirada al catálogo de propiedades asociadas a cada uno de esos rut que descubrió CIPER, para comprobar que el listado de Bienes Nacionales es una mínima parte del volumen que llegó a tener el lucrativo imperio inmobiliario que edificó CEMA con la subvención del Estado. Y a la vez, del complejo entramado que levantó para ocultar y enajenar esos bienes fuera de toda fiscalización.

VÍCTOR M. AVILES: EL ABOGADO DE CEMA

Uno de los éxitos de CEMA en los ’70 y ‘80 fue su capacidad para ramificarse por todo el país y penetrar los sectores más populares a través de sus centros de madres, bajo el mando de la esposa de Pinochet. Con el apoyo de toda la estructura de administración del Estado, estableció una amplia red de sedes regionales, provinciales y comunales en los cientos de inmuebles que el régimen le donó. Fue quizás una de las estrategias más exitosas de la dictadura para sumar simpatizantes.
Una vez retornada la democracia, su modelo de financiamiento cambió: de depender de las subvenciones y donaciones del Estado -salvo por unos pocos municipios que le siguieron entregando recursos–, pasó a obtener sus ingresos casi exclusivamente de la venta y arriendo de esos inmuebles.
Hubo una excepción, pues lo que inexplicablemente se mantuvo fueron los aportes que por ley debían entregarle la Polla y la Lotería de Concepción, y que se cortaron solo a fines de 2005. Para graficar la cuantía de esos ingresos basta decir que entre 1994 y 2003, CEMA recibió de la Polla $1.300 millones.
Pero esas sedes y oficinas territoriales resultaron ser mucho más que eso: lo que CEMA hizo fue dar forma a una extensa red de filiales con personalidad jurídica, rut y patrimonio propios (ver listado). Para mantener esa estructura oculta por tantos años, ha sido clave el papel de dos abogados: Víctor Manuel Avilés Mejías y Víctor Manuel Avilés Hernández.
La confianza depositada desde hace algunos años por Lucía Hiriart en el abogado Avilés Hernández, es una prolongación de la estrecha relación que entabló  la esposa de Pinochet con su padre: el abogado Víctor Manuel Avilés Mejías, quien fuera abogado de la DINA y fiscal de la Fundación CEMA. De hecho, es Avilés Mejías, como fiscal de la fundación, quien redujo a escritura pública en abril de 1979, un importante cambio a sus estatutos, los que fueron aprobados por el Ministerio de justicia “por orden del Presidente de la República” en julio de 1981 (ver escritura).
Víctor Manuel Avilés Hernández (Foto: Estrategia.cl)
Víctor Manuel Avilés Hernández (Foto: Estrategia.cl)
En ese cambio, se creó el cargo de director administrativo de la fundación, el que fue ocupado por el coronel de Ejército Hugo Jara González (actual profesor de la Universidad Bernardo O’Higgins), con las más amplias facultades y poderes ya que, a proposición de Lucía Hiriart, el consejo de la fundación decidió delegar todas sus atribuciones y poderes en el nuevo director administrativo (a quien subrogaba el fiscal Avilés Mejías), principalmente respecto de adquirir, vender y administrar los bienes, cuentas corrientes y depósitos a plazo y créditos en bancos, además de celebrar toda clase de contratos.
En ese nuevo entramado muy pronto toda la administración de las propiedades –arriendos, venta y recepción de inmuebles donados- quedó en manos exclusivas del fiscal de CEMA. El abogado Avilés Mejías tenía experiencia en apropiación de activos del Estado. Además de su participación en la DINA, en diciembre de 1973 fue nombrado por Pinochet como representante del Ministerio de Economía en el “Consejo Coordinador de Adquisiciones y Enajenaciones de las Fuerzas Armadas”.
En 2004, cuando estalló el escándalo por la cuantiosa fortuna que la familia Pinochet mantenía oculta en el Banco Riggs y otras entidades financieras en el extranjero, fue el mismo abogado Víctor Manuel Avilés Mejías quien ungió de interlocutor de los dineros y propiedades que manejaba CEMA con los ministros que llevaron el juicio en Chile.
Bien poco fue lo que aportó Avilés Mejías. Porque ya entonces los peritajes policiales establecieron que no había registros contables históricos. Tampoco de las propiedades que recibió la Fundación CEMA del Estado. Y también, que la entidad no había cumplido por largos años –salvo en el último periodo- con su única obligación como entidad sin fines de lucro: enviar al Ministerio de Justicia su memoria y balance anual.
Y así como muchas de las propiedades que el Estado le donó fueron ingresadas a sus registros con valor $1, no hubo forma de saber el destino de los millones que faltaron de los $1.248 millones que le pagó la Universidad Mayor a CEMA por la casona “El Claustro del Novecientos” (Portugal Nº 351, allí funcionó la Corporación de Mejoramiento Urbano, CORMU, hasta septiembre de 1973) y que jamás ingresaron a la caja de CEMA. Tampoco quedó ni una sola huella de la llamada “Unidad de Exportaciones” de la fundación ni del inmueble que compró CEMA en Washington para habilitar una sede y que funcionó entre 1981 y 1987 a cargo del oficial Sergio Fernández Castillo.
Lo interesante es que ahora, cuando nuevamente irrumpe en el radar del Ministerio de Justicia y del Consejo de Defensa del Estado (CDE), las nuevas irregularidades de la fundación que dirige Lucía Hiriart, quien aparece como su vocero legal es el abogado Víctor Manuel Avilés Hernández, el hijo del ex fiscal que edificó el entramado inmobiliario de CEMA. Quienes han seguido desde hace algunos años esta investigación judicial señalaron a CIPER que este abogado y profesor de la Universidad de Chile –además de experto en Derecho Tributario y socio del estudio jurídico que fundó el ex presidente de RN, Carlos Larraín- sofisticó la arquitectura levantada por su padre para ocultar la real información de su patrimonio: un número aún desconocido de propiedades, en su gran mayoría donadas por el Estado.
Los nuevos antecedentes hallados por CIPER cambian por completo el escenario, precisamente en los días en que la Corte de Apelaciones de Santiago debe revisar el recurso que presentó el Consejo de Defensa del Estado para reabrir la investigación sobre el patrimonio de la entidad que controla la familia del ex dictador Augusto Pinochet. Porque la Fundación CEMA Chile ya no es una sola entidad, como se ha creído hasta ahora.

SEIS RUTS PARA UN MISMO NOMBRE

Han existido al menos seis personas jurídicas distintas con el nombre Fundación CEMA Chile, aunque sólo dos siguen vigentes. Las cuatro restantes presentaron término de giro ante el Servicio de Impuestos Internos (SII) hace ya varios años (ver certificados). La primera lo hizo en 1990, mientras que las otras tres lo hicieron en 2003, poco antes de que la fundación pasara a ser parte de la investigación judicial por la fortuna que la familia Pinochet tenía oculta en el extranjero.
De las dos que quedan, una es la que todos conocen: aquella que tiene su domicilio en Providencia y que supuestamente maneja todo el patrimonio de la fundación. La otra, en cambio, tiene su sede en Iquique, en la misma dirección que se anuncia en el sitio web de CEMA, y maneja su propio patrimonio. De hecho, según su informe comercial, es titular de tres inmuebles en esa ciudad con un avalúo fiscal que suma más de $68 millones. Esas propiedades hasta hoy no figuran ni en las nóminas del Ministerio de Bienes Nacionales ni en los informes periciales de la Policía de Investigaciones (PDI), y tampoco en los catastros que la misma fundación ha entregado a la justicia.
placa-fundacion-cema-chileCuando en noviembre de 2015 el pinochetismo conmemoraba el centenario del ex dictador, CIPER publicó un reportaje que entregó tres revelaciones importantes. Primero, que la fundación que controla la viuda de Pinochet sigue vendiendo las propiedades que obtuvo gratis del régimen militar. Segundo, que sus ingresos por ese concepto ya se alzan por sobre los $6.300 millones, incluyendo las ventas de terrenos a las universidades Bernardo O’Higgins, Mayor y San Sebastián. Y tercero –quizás lo más importante–, que aún hoy se desconoce el número real de bienes que le fueron transferidos por el Estado a CEMA y el destino final de los dineros que ha obtenido por su venta (ver reportaje de CIPER).
Fue a partir de esa investigación de CIPER que los ministerios de Justicia y Bienes Nacionales iniciaron una ofensiva coordinada con el CDE para tratar de recuperar los bienes que todavía estén en poder de CEMA. En esa estrategia, cada institución cumple un rol. Lo que viene depende en gran parte de lo que resuelva la Corte de Apelaciones frente al recurso que presentó el CDE.
Ahora, con la nueva arista del “multirut de CEMA” que revela CIPER en este reportaje, se abre un área desconocida en esa investigación. ¿Cuántas filiales ha creado CEMA? ¿Cuántos inmuebles poseen en total? ¿Cuántos ya han sido vendidos y a dónde han ido a parar esas platas? ¿Qué otros negocios han realizado?
Al menos 12 filiales de CEMA siguen activas. Sólo entre ellas suman un patrimonio inmobiliario cuyo avalúo fiscal bordea los $4.545 millones. Falta dimensionar en ese cálculo todos los inmuebles que pueden estar repartidos entre los otros 174 ruts vinculados a CEMA que pudo detectar CIPER. Y si bien todos registran término de giro ante el SII, por lo que no debieran realizar actividades comerciales, los hechos demuestran que no es así: algunas de esas filiales “inactivas” aún arriendan o venden bienes raíces. Así lo prueba lo ocurrido con la primera propiedad que CIPER descubrió y que dio origen a este reportaje.

COQUIMBO: LA PUNTA DE LA MADEJA

La hebra parte en La Serena, a media cuadra de la Plaza de Armas, en uno de los inmuebles que el seremi Diego Núñez dijo estar investigando: la casa ubicada en Los Carrera Nº 564. La propiedad pasó a ser de CEMA en 1985, cedida por el Ministerio de Bienes Nacionales a través de un decreto supremo. Como la fundación sólo la ocupaba parcialmente, en abril de 2014 le arrendó una parte a la Municipalidad de La Serena para que se instalara allí un centro para desarrollar un programa conjunto con el Sernam, enfocado en dar tratamiento a hombres que han abusado de sus parejas. Cuando el contrato se renovó en marzo de 2015, el precio a pagar por el municipio fue de $450 mil mensuales (ver contratos). Pero lo más llamativo en ese documento es la entidad propietaria: no es CEMA, sino que una de sus filiales.
En la Cuarta Región han existido cinco filiales de CEMA: una en La Serena, dos en Coquimbo, una en la provincia de Elqui y una en Salamanca; todas con rut distinto y oficialmente inactivas (ver certificados). La última en poner término a su giro fue la Fundación CEMA Chile IV Región Coquimbo, y lo hizo en enero de 2007. A pesar de ello, es la misma entidad (con el mismo rut) que ocho años después figura como titular en los contratos de arriendo con la municipalidad.
Sede de CEMA en Los Carrera 566, en La Serena
Sede de CEMA en Los Carrera 566, en La Serena
En su informe comercial, Fundación CEMA Chile IV Región Coquimbo aún aparece como dueña de seis inmuebles, cinco de los cuales fueron antes propiedad fiscal. Pero sólo uno está incluido en la nómina del Ministerio de Bienes Nacionales: la casa de calle O’Higgins Nº 262, en Vicuña, también mencionada por el seremi en su comunicado.
En la lista del ministerio no aparecen ni las tres direcciones de Ovalle ni la vivienda dePadre Cornelio Van Speek Nº 22, en Coquimbo, que sí están en su informe Dicom. Esta última supuestamente fue vendida en 2002 en apenas $3 millones, pero en los registros del SII todavía figura como propiedad de CEMA (ver certificado). Los cuatro inmuebles son parte de un lote de más de 50 bienes raíces que CIPER identificó a fines de 2015 y que a pesar de haber sido transferidos a CEMA por el mismo ministerio, no figuran en sus registros (ver lista de propiedades).
La sexta propiedad vinculada a la filial de CEMA en Coquimbo no aparece en ninguno de los catastros de bienes conocidos de la fundación. Ubicada en Aníbal Pinto Nº 3092, en el sector Vista Hermosa de La Serena, tiene un avalúo fiscal de $17 millones. No hay información respecto al origen de ese inmueble.
Tampoco hay información en ese informe sobre la casa que le arrienda al municipio de La Serena. Simplemente no aparece entre los inmuebles que pertenecen a Fundación CEMA Chile IV Región Coquimbo, aunque en los contratos dice claramente que esa entidad es la propietaria. En la municipalidad dicen no saber si el inmueble fue vendido, pero la información disponible en el SII señala que el dueño actual es Inmobiliaria Santillana, una sociedad creada en 2009 y representada por el empresario Fernando Sánchez Alen (ver certificado). En esa empresa dijeron a CIPER no tener a mano información que permita verificar cuándo fue la venta ni su valor. 

LAS 12 IDENTIDADES VIGENTES DE CEMA

No había nadie el martes 26 de enero en la sede que tiene CEMA en la calle Veteranos del 79, en Concepción, a un costado del Parque Ecuador. Estaba cerrado por vacaciones. Por eso nadie le abrió al seremi de Bienes Nacionales del Bío Bío, Eric Aedo, cuando llegó a inspeccionar. Ésa es una de las cinco propiedades que están en la VIII Región y que, de acuerdo a los registros del ministerio, fueron cedidas a CEMA. Y según dijo Aedo a Radio Bío Bío, probablemente esté pronta a salir a la venta. Sería un gran negocio: la casa tiene una tasación fiscal que supera los $502 millones. Su valor comercial es mucho más que eso. Si la Fundación CEMA Chile Concepción, que es la verdadera dueña de esa y otras ocho propiedades en la región, la sacara al mercado, se estima que podría obtener fácilmente unos $2.200 millones de pura ganancia.
Fundación CEMA Chile Concepción es la verdadera identidad de CEMA en el Bío Bío. Fue esa filial la que vendió a fines de 2014 el inmueble de Chillán y que permitió a CIPER descubrir más de 100 propiedades que le fueron cedidas por el Estado y que no aparecen en los registros. Es también la que maneja el mayor patrimonio: el valor fiscal de sus inmuebles supera los $1.133 millones, lo que equivale a una cuarta parte de lo que suman las 12 filiales de CEMA que aún están vigentes (ver certificados).
Sede de CEMA en Linares, calle Chacabuco 467. El inmueble es propiedad de Fundación CEMA VII Región del Maule.
Sede de CEMA en Linares, calle Chacabuco 467. El inmueble es propiedad de Fundación CEMA VII Región del Maule.
Todas ellas registran algún tipo de actividad tributaria. Algunas tienen como giro la venta al por menor de artesanías. Otras, los servicios personales de educación. Unas tributan por actividades de asesoría empresarial y en materia de gestión o simplemente por un giro más genérico y ambiguo: “actividades de otras asociaciones”. Pero todas tienen algo en común: son los vehículos que ha creado CEMA para administrar su millonario patrimonio inmobiliario.
La fundación de Lucía Hiriart tiene una “identidad secreta” doble en la región de Valparaíso. Allá opera bajo dos ruts: uno es el de Fundación CEMA Chile 5ª Región; el otro, el de Fundación CEMA Chile Viña del Mar. Sólo la primera posee inmuebles: un sitio en Los Andes avaluado en más de $53 millones y que hasta ahora no figura en ninguno de los listados conocidos con el detalle de sus propiedades.
Poco más al sur, en las regiones de O’Higgins y el Maule, CEMA también funciona a través de personas jurídicas independientes. La Fundación CEMA Chile VI Región es dueña de inmuebles distribuidos en las comunas de Rancagua, Peumo, Rengo, Pumanque, San Fernando, Chimbarongo, Nancagua, Placilla y Olivar. Por su parte, la Fundación CEMA Chile VII Región del Maule posee 17 propiedades en ocho comunas diferentes. En ambos casos, gran parte de los inmuebles proviene de donaciones fiscales o municipales.
En el norte, lo mismo pasa en Antofagasta y la Fundación CEMA Chile Provincia El Loa. Y en la zona austral, CEMA tiene filiales con rut vigente en las regiones de La Araucanía, Los Lagos, Los Ríos y Aysén.
El ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, aseguró a CIPER que “no hay ninguna otra organización de la sociedad civil o del sector privado que haya recibido tantas propiedades gratis del Estado como CEMA”. Su aseveración se basa sólo en las 134 propiedades de las cuales consta registro en los archivos y catastros del ministerio. Lo extraño es que no considera las otras propiedades que CIPER encontró en noviembre ni aquellas que están repartidas en la red de personas jurídicas vinculadas a CEMA. Simplemente porque la existencia de esta red era hasta ahora desconocida.

LA TRIPLE VÍA PARA RECUPERAR LOS INMUEBLES

El gobierno empezó a mover las piezas del tablero ofensivamente a comienzos de diciembre pasado. Los primeros en sentarse a la mesa fueron los abogados del Ministerio de Justicia y del Consejo de Defensa del Estado. Buscaban una fórmula para impedir que CEMA siguiera lucrando con las propiedades que le regaló el Estado, y para ello debían actuar coordinados. Delinearon entonces un plan para atacar por dos frentes distintos: uno administrativo y otro judicial.
En lo formal, CEMA ha cumplido con la entrega de información que le exige la ley: en la Subsecretaría de Justicia están todas sus memorias y balances desde 1994 hasta 2014. Pero es poco lo que se puede inferir de esos documentos. La información que contienen es muy vaga y no incluyen datos desagregados respecto a la venta de inmuebles ni otras fuentes de ingresos. Menos sobre su red de filiales. Es por eso que desde Justicia ya le pidieron al representante de CEMA, el abogado Víctor Manuel Avilés Hernández, que informe en detalle sobre la venta de bienes raíces, el destino y las inversiones que se han hecho con esos ingresos y las actividades que realiza para cumplir sus objetivos. La primera respuesta fue insatisfactoria. Mientras se espera una segunda réplica más detallada, el ministerio puso a un grupo de especialistas a revisar toda la información contable de la fundación.
Pero como la cartera de Justicia no tiene las atribuciones ni las herramientas para hacer un catastro exhaustivo de los inmuebles que el Estado regaló a CEMA desde 1974 a la fecha, ahí es donde se incorpora el Ministerio de Bienes Nacionales.
La cartera que dirige Víctor Osorio se comprometió a actualizar la nómina de inmuebles cedidos a CEMA. Osorio sabe que los 134 que ya tienen acreditados son sólo una pequeña parte del total. Para cumplir su tarea, tendrían que revisar los antecedentes disponibles en sus propios sistemas de catastro, en sus archivos físicos y en cada secretaría regional. También solicitar antecedentes al Archivo Nacional y al SII. Y salir a fiscalizar en terreno cada una de las direcciones individualizadas. La idea es llegar lo más cerca posible a un número definitivo de propiedades entregadas a la fundación, determinar cuántas fueron vendidas, cuántas siguen en su poder y qué uso se les está dando.
Juan Ignacio Piña, presidente del CDE, junto al ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio.
Juan Ignacio Piña, presidente del CDE, junto al ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio.
Con los dos ministerios recopilando datos, el CDE se concentró en la vía judicial. Como la arista CEMA del Caso Riggs está paralizada desde que el ministro Manuel Valderrama la sobreseyó de manera temporal en agosto de 2013, su misión inmediata es hacer que se reactive. El primer paso fue requerir la reapertura a Javiera González, la ministra que quedó a cargo de la causa luego de que Valderrama pasara a integrar la Corte Suprema.
Más que reactivar la investigación, lo que el CDE pedía era abrir una nueva arista que poco o nada tiene que ver con las cuentas de la familia Pinochet en el extranjero, pero sí con los traspasos de bienes desde el Estado a la fundación, su posterior venta y el destino final de ese dinero. González consideró que la petición no tenía relación con la causa original, así que la derivó al presidente de la Corte de Apelaciones, el ministro Mauricio Silva, quien dejó la decisión en manos del 34° Juzgado del Crimen. Allí la jueza Claudia Salgado revisó la solicitud y la rechazó (ver resolución). Eso ocurrió el 29 de diciembre.
El CDE volvió a la carga con un recurso que ingresó a la Corte de Apelaciones y que será revisado próximamente. De lo que pase allí depende casi toda la estrategia que busca devolver al patrimonio del Estado el dominio de los inmuebles que se entregaron a CEMA.
Pase lo que pase en el tribunal, en los ministerios y en el CDE tienen claro que sus posibilidades de recuperar las propiedades dependen de la propia continuidad de CEMA.  Por eso deben evitar a toda costa que se le cancele la personalidad jurídica. Si eso ocurre, el plan que diseñó Lucía Hiriart para no perder el millonario patrimonio que logró acumular CEMA se pondría en marcha y los bienes de CEMA pasarían directamente a formar parte del patrimonio de su familia.
De acuerdo al estatuto vigente de la Fundación CEMA, en caso de disolución, una parte de su patrimonio se entregaría a la Corporación de Damas de la Defensa Nacional y la otra iría a parar directamente a manos de la “Fundación de Apoyo Social”, entidad sin fines de lucro creada en 1983.
El único directorio que se le conoce lo encabeza la propia Lucía Hiriart y lo integran sus tres hijas como vicepresidentas: Lucía, María Verónica y Jacqueline Pinochet Hiriart. La secretaria general de la Fundación de Apoyo Social es Margarita Moreno Zambrano, quien fuera jefa de gabinete de Lucía Hiriart y actual suplente del notario Eduardo Avello en Santiago. Entre sus directores, destacan: Tatiana Hiriart Rodríguez (hermana de Lucía Hiriart), Adriana Benavente de Canessa(esposa del ex vicecomandante en jefe del Ejército y ex senador designado, Julio Canessa), Gastón Acuña Mac-Lean y el reverendo Alfredo Ruiz Tagle.

martes, 23 de febrero de 2016

El PPD hace mutis por el foro; defiende a todos los corruptos del partido ¿Existirá algún dirigente impoluto?

ACUMULAN 39 ÓRDENES DE COMPRA POR PARTE DE INSTITUCIONES PÚBLICAS

Los millonarios negocios con el Estado de las empresas que creó Cristián Riquelme

cristian_riquelme
Dos sociedades formadas por Riquelme acumulan $417 millones pagados desde reparticiones públicas entre 2013 y 2015. La mayoría son por insumos clínicos vendidos a la red de salud del Estado. Aunque se retiró de ambas empresas durante 2014, su esposa (Ada Álvarez) controla una de estas sociedades (Comercial A y R), mientras que la segunda (Greentec) quedó en manos de su ex socio, luego de que no pudiera vendérsela a su mujer. En Mercado Público, ambas empresas tienen como dirección el departamento particular de Riquelme y una de ellas funciona en una oficina propiedad de Harold Correa y Alex Matute.
Cristián Gonzalo Riquelme Urra está en un lugar incómodo. Políticos de todos los sectores llevan meses pidiendo que sea removido de su cargo de director administrativo de la Presidencia de la República. Se ha puesto bajo la lupa su gestión y el patrimonio que ha declarado, pero hay otros aspectos de las finanzas de Riquelme que abren signos de interrogación y que tienen que ver con los negocios que inició luego del primer gobierno de Michelle Bachelet, en el que también fue administrador de La Moneda. CIPER siguió la pista de dos empresas que formó durante ese periodo y se encontró con que ambas registran millonarios contratos con el Fisco entre 2013 y 2015. En total, acumulan pagos por $417 millones en 39 órdenes de compra, la gran mayoría por servicios prestados al sistema de salud pública durante este gobierno.
Aunque Riquelme ya no figura como socio en estas compañías, las dejó en manos de personas de su entorno. En Comercial A y R (que utiliza como nombre de fantasía Socoar), su cónyuge Ada Álvarez, trabajadora social, aparece con el 65% de las acciones, mientras que el otro 35% está en manos de David Arévalo Lucabech, quien fuera jefe de adquisiciones de la Presidencia en el anterior gobierno de Bachelet, es decir, cuando Riquelme era su jefe directo. En el caso deGreentec, la segunda sociedad que figura con pagos desde el Estado, Riquelme intentó traspasar sus acciones a su esposa, pero la transacción era ilegal y debió ser anulada seis meses después. La participación terminó en manos del otro socio, Julio Campos Quintana, quien al igual que él es ingeniero civil industrial de la Universidad del Bio Bio.
Riquelme logró sobrevivir a la razzia que se produjo en mayo pasado, cuando tras la remoción deRodrigo Peñailillo del Ministerio del Interior, fueron despedidos gran parte de los integrantes de la llamada Generación de los años 90 del PPD (G-90), con la que se le identifica. Pero poco después caería en desgracia por el llamado Caso Caval. Su declive comenzó cuando se supo que en abril de 2015 recibió en La Moneda al ex operador de la UDI Juan Díaz, quien le solicitó que hiciera gestiones para que la nuera de Bachelet, Natalia Compagnon, le pagara una deuda. Todo, en medio de la tormenta del caso Caval, lo que terminó de aislarlo políticamente.
cristian_riquelmedosHasta su propio partido lo dejó caer, lo que quedó en evidencia la semana pasada cuando el secretario general del PPD, Óscar Santelices, si bien cuestionó que se haga un “juicio anticipatorio”, dijo que “lo más conveniente es que dé un paso al costado”, según reportó la Radio de la Universidad de Chile. Pero hasta ahora Riquelme ha contado con el único apoyo que importa para su puesto: el de Bachelet. El ingeniero no sólo ha estado a cargo de las cuentas de la Presidencia en sus dos gobierno, sino que durante la última campaña administró laSociedad Marketing Asesorías y Eventos Limitada (Somae), creada para manejar el gasto electoral.
Este miércoles 10 de febrero Cristián Riquelme debió presentar una nueva versión de su declaración de patrimonio, luego de que un grupo de parlamentarios cuestionara que faltaba información en la versión publicada en la página web y el ministro del Interior, Jorge Burgos, le sugiriera a través de la prensa agregar los datos omitidos. La nueva declaración da cuenta de que acumula más de $570 millones en bienes raíces (ver documento). Registra además dos créditos hipotecarios, poco más de $800 mil en tres cuentas corrientes, fondos mutuos por $7,1 millones y un APV con $1,1 millones ahorrados. Como administrador de La Moneda tiene actualmente un sueldo bruto de $7,7 millones mensuales.

CAMILLAS, SILLAS DE RUEDAS Y CATRES CLÍNICOS

Comercial A y R, o Socoar, se presenta en su sitio web como una empresa proveedora de insumos y equipamientos médicos, lo que se confirma al revisar los contratos que registra con el sistema público. La sociedad fue constituida el 5 de julio de 2010 por Cristián Riquelme y su esposa, con un capital de $3 millones, cifra que completaron en partes iguales, por lo que cada uno se quedó con el 50% de las acciones. Ambos también quedaron a cargo de la administración y la representación legal de la firma. Y aunque al momento de la constitución su objeto fue amplio (representación de firmas nacionales o extranjeras y comercialización de bienes muebles e inmuebles), en la práctica se han dedicado a la venta de infraestructura médica. Según la información que entregaron en la Expo Hospital que se realizó en 2015, tienen la representación de la empresa radicada en MiamiAdvanced Instrumentations.
Riquelme permaneció como socio de A y R hasta varios meses después de haber vuelto a La Moneda, el 11 de marzo de 2014. El 30 de septiembre de ese año se produjo el primer cambio societario de la compañía desde su creación. Le vendió sus acciones a su padre, José Miguel Riquelme Sanhueza, por $1,5 millones. Más de un año despuésel 13 de noviembre de 2015, la sociedad sufrió una nueva modificación. Esta vez el padre de Cristián Riquelme vendió su participación en la sociedad y traspasó el 15% a Ada Álvarez (su nuera, que quedó con el 65%) por $500 mil, y el restante 35% a David Arévalo Lucabech, por $1 millón. La escritura, alojada en la Notaría de Sergio Carmona, establece que a partir de esa fecha David Arévalo se transforma en el representante legal de la sociedad.
Arévalo es administrador público y al momento de asociarse con el negocio de los Riquelme solo se reencontraba con alguien con quien había compartido labores en La Moneda. El 22 de enero de 2007 ingresó como profesional a la Presidencia de la República, mientras Riquelme ejercía como su jefe en la misma repartición. Según el sitio de Transparencia Activa de La Moneda, desde 2008 fue jefe de Adquisiciones de la Presidencia. Se mantuvo en ese cargo hasta el  23 de septiembre de 2010. Así fue pavimentando su camino desde el aparato público como un experto en licitaciones.
Durante el gobierno de Sebastián Piñera, David Arévalo continuó especializándose en el sistema de compras del Estado. Entre noviembre de 2012 y septiembre de 2013 trabajó en el Hospital Roberto del Río y en los registros de algunas licitaciones figura como analista de compras, el responsable del contacto con los proveedores. Con ese curriculum, y siendo hombre de su confianza desde el primer periodo de Bachelet en La Moneda, Arévalo se transformó en la persona perfecta para asumir la administración del negocio familiar de Riquelme, más aún cuando lo que ofrece Comercial A y R, o Socoar, es la venta de insumos para los servicios de salud del país. De la mano de su ex jefe, Arévalo dio el salto del mundo público al privado. El hecho cobra relevancia ya que el Hospital Roberto del Río aparece como el principal pagador de la otra sociedad ligada a Cristián Riquelme,Greentec.
logo_socoarConsultado por CIPER, Arévalo afirmó que no tiene ninguna relación con Greentec y que cuando trabajó en el Hospital Roberto del Río se encargaba de abastecimiento y evaluación de proveedores. Respecto a A y R, Arévalo sostuvo que “este es un negocio que en la actualidad no tiene nada que ver con él (Cristián Riquelme), ni con los rubros a los que él se dedica, por lo que no existe incompatibilidad. Nosotros tenemos red de clientes públicos y privados. Nos dedicamos a la importación y venta de insumos. La señora de Cristián Riquelme, Ada Álvarez, trabaja en la empresa igual que yo”.
Actualmente la dirección de Comercial A y R (Socoar) está en José Miguel de la Barra 536 oficina 601, que es propiedad de Harold Correa AnguloAlex Matute Johns y Daniel Ulloa Iluffi, quienes lo adquirieron el 23 de agosto de 2010 por 1.000 UF. Según registros del Conservador de Bienes Raíces, el mismo trío también es dueño del vecino departamento 602, del mismo edificio. Esa oficina también figuró como domicilio de  Harold’s & Johns Business & Law Limitada, propiedad de Harold Correa (G-90, ex jefe de gabinete en el Ministerio de Educación) y Alex Matute, firma que se ha visto envuelta en la investigación por financiamiento político irregular: aparece recibiendo dineros rectificados de empresas del Grupo Angelini, a fines de 2012 realizó pagos al ex ministro Rodrigo Peñailillo y recibió un préstamo de Asesorías y Negocios, la sociedad de Giorgio Martelli que financió la precampaña de Bachelet. El tercer dueño de la oficina, Daniel Ulloa, al igual que Correa, es militante PPD y fue Director Nacional de Obras Portuarias durante el anterior gobierno de Bachelet.
Desde esa céntrica oficina A y R ha desarrollado sus negocios con distintas instituciones de salud del Estado. El 1 de octubre de 2014, un día después de que Cristián Riquelme le vendiera a su padre su participación en la empresa, vencía el plazo para presentar ofertas para la licitación de un “convenio marco”, que incluía mobiliario clínico. Estos convenios permiten ingresar a un catálogo de empresas, a las cuales las instituciones públicas pueden comprar sin necesidad de hacer licitaciones(revisar convenio marco que integró Comercial A y R).
A y R (Socoar)  logró ser incluida en ese convenio marco, lo que ha resultado un buen negocio. Durante 2015 obtuvo 27 contratos con organismos públicos por $188 millones. De éstos, 22 se los adjudicó gracias al convenio, por un total de $142 millones.
El primer beneficio lo obtuvo en enero de 2015,  cuando el Hospital Augusto Essmann Burgos, ubicado en la comuna de Puerto Natales, le transfirió $1,2 millones por 20 sillas de ruedas estándar. Hasta abril de 2015, la empresa continuó proveyendo de sillas de ruedas a organismos como elHospital Claudio Vicuña de San Antonio y el Sence. Las sillas estándar no son caras ($59 mil cada unidad), por lo que las mayores transferencias de dinero no se ubicaron en este periodo.
Ya el 9 de junio de 2015 aparecen pagos mayores. Ese día el Hospital Claudio Vicuña firmó una orden de compra de $9,2 millones por cinco catres clínicos eléctricos. El 4 de noviembre del mismo año el Servicio de Salud de Iquique transfirió otros $8,3 millones por 40 veladores para pacientes. De ahí en adelante se incrementaron los pagos. El mismo 4 de noviembre el Hospital San José emitió dos órdenes de compra por un total de $88 millones por 20 catres clínicos.
El Hospital San Juan de Dios de Los Andes pagó $11 millones el 23 de noviembre del año pasado por seis catres clínicos, mientras que el Hospital de Valdivia canceló otros $14,6 millones el 7 de diciembre por el arriendo durante un mes de siete monitores de signos vitales (revise la totalidad de las órdenes de compra emitidas por organismos públicos a Comercial A y R).

UN NEGOCIO G-90

La sociedad Greentec Proyectos de Ingeniería y Mantención Industrial Limitada fue constituida el 18 de diciembre de 2010 por amigos cercanos que formaban parte de la llamada G-90, la generación de militantes PPD que adquirió poder en el aparato público de la mano de Rodrigo Peñailillo, su líder, cuando éste llegó al Ministerio del Interior en marzo de 2014. Antes se habían fogueado en cargos de asesores durante los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet (2000-2010).
En la constitución de Greentec participaron Cristián Riquelme, Flavio Candia Gallardo (jefe de la Unidad de Análisis Estratégicos de Interior durante la gestión de Peñailillo), y Julio Campos Quintana (quien estudió ingeniería en la Universidad del Bio Bio, a la que también asistieron Riquelme y Peñailillo). El domicilio legal se estableció en un departamento de Ñuñoa, en la calle José Domingo Cañas, que es el domicilio personal de Riquelme.
logogreentecLos pagos del Fisco a Greentec comenzaron el 15 de noviembre de 2013 –dos días antes de que la entonces candidata Michelle Bachelet ganara la primera vuelta de las elecciones presidenciales–, cuando Capredena le pagó $1,9 millones por la instalación de pisos laminados. Después de eso, el Hospital Roberto del Río sería el único cliente estatal de Greentec. Un buen cliente. En total, el hospital le ha pagado $228 millones, de los cuales $86 millones han tenido lugar durante la administración Bachelet.
El primer cambio societario de Greentec ocurrió el 24 de enero de 2013, cuando Flavio Candia vendió su participación (33%) a Rocío Millaray Manzanares Ferrada por $300 mil. Cambiaron el nombre a Asesorías e Inversiones Greentec Limitada y quedaron entonces como socios Cristián Riquelme, Julio Campos y Rocío Manzanares, la misma persona que asumió como fiadora y co deudora solidaria de Candia en la compra de un terreno en Peñalolén que éste concretó en 2014 junto a Riquelme (ver recuadro).
El mismo día que Michelle Bachelet volvió a la Presidencia, el 11 de marzo de 2014, Cristián Riquelme quiso retirarse de Greentec. Hizo un movimiento errático, ya que primero intentó vender su 34% de las acciones a su mujer, Ada Álvarez, por $300 mil. Sin embargo, la ley se lo impedía. El artículo 1.796 del Código Civil señala que “es nulo el contrato de compraventa entre cónyuges no separados judicialmente”, por lo que tuvo que anular esa operación y seis meses después, el 24 de septiembre, transferir sus acciones a Julio Campos, el otro socio. De esta forma, Campos quedó con el 67% de las acciones y Rocío Manzanares con el restante 33%.
Durante ese periodo, entre que trató de venderle a su esposa y terminó vendiendo a Campos, Greentec prestó servicios por $39 millones al Estado.
Los contratos con el Hospital Roberto del Río comenzaron antes de que asumiera su cargo público. El primer pago fue también el más grande: el 21 de febrero de 2014, el recinto hospitalario canceló$139,4 millones por la reparación de los quirófanos 5, 6 y 7. La siguiente orden de compra se giró cuando Riquelme y compañía ya estaban instalados en La Moneda: el 30 de mayo de 2014 el mismo Hospital Roberto del Río pagó otros $24,9 millones por la instalación y reparación del sistema de climatización de pabellones quirúrgicos. A pesar de que en el papel Riquelme ya había salido de Greentec, la orden de compra está a su nombre y su domicilio particular continúa apareciendo como la residencia legal de la empresa (ver orden de compra).
JULIO ANDRES CAMPOS QUINTANA
Julio Campos, socio de Greentec.
El nombre de Cristián Riquelme aparece como contraparte del hospital en las órdenes de compra fechadas el 30 de mayo, 14 de julio, 13 de noviembre y 5 de diciembre de 2014, todas asignadas por trato directo. Su nombre figura además en otra orden emitida el 2 de febrero de 2015(ver orden de compra), aunque Julio Campos es quien firma el contrato. En esa ocasión sí hubo licitación, pero Greentec fue el único oferente. El domicilio legal asociado a Greentec nunca dejará de ser el departamento personal de Riquelme ubicado en Ñuñoa. Incluso otra orden de compra emitida el 15 de agosto de 2015ver orden de compra vuelve a instalar a Cristián Riquelme como destinatario.
En total, Greentec ha recibido $228 millones desde el Fisco, y de ese total la inmensa mayoría proviene del Hospital Roberto del Río. Antes de que Riquelme y compañía aterrizaran en La Moneda se produjeron dos pagos por un total de $141 millones. El resto se canceló cuando ya ocupaba su cargo en la administración bacheletista (revise la totalidad de las órdenes de compra emitidas por organismos públicos a Greentec).

COMPAÑEROS Y VECINOS

Cristián Riquelme y el ex ministro Rodrigo Peñailillo se conocen desde que eran adolescentes. Fueron compañeros de estudios en el Liceo A-49 de Coronel y en la Universidad del Bio Bio, donde Riquelme cursó ingeniería civil industrial y Peñailillo ingeniería comercial. Ambos siguieron la misma ruta participando en la campaña presidencial de Ricardo Lagos en 1999, y luego del triunfo de éste en las urnas pasaron a formar parte de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, fichados porFrancisco Vidal (PPD). Fue su ingreso al aparato público.
De esa historia de ascenso pasaron 15 años, hasta que ambos chocaron de frente con un escándalo político que terminó derribando al ex ministro del Interior. Luego, los fuertes cuestionamientos de la derecha y el oficialismo que apuntan a Riquelme por su rol en el caso Caval y por el manejo de platas políticas en medio de la campaña presidencial de 2013, terminaron de poner al administrador de La Moneda entre las cuerdas.
Riquelme administraba la Sociedad Marketing Asesorías y Eventos Limitada (Somae), creada en abril de 2013 especialmente para administrar las platas del comando presidencial. Según el Diario Oficial, fue inscrita por Jonny Heiss (actual coordinador de tecnología en el Ministerio de Educación, Mineduc), y José Luis Sepúlveda (administrador público, ex jefe de gabinete en la Secretaría General de Gobierno entre enero y abril de 2009, asesor del Mineduc en diversos periodos y actual director del Instituto de Gestión Pública de la Universidad Central).
El rol jugado por Riquelme como administrador de las platas de la Presidencia durante los dos periodos de Bachelet, además de su protagonismo en el manejo de las platas de su segunda campaña, han abierto la interrogante respecto a cuánta información reservada maneja. El recaudador de dineros para campañas del oficialismo, Giorgio Martelli (hoy formalizado por la Justicia) reconoció ante el Ministerio Público que Riquelme le solicitó un préstamo durante el desarrollo de la campaña presidencial de 2013.
peñaililloEsa información fue revelada por El Mostrador el 10 de septiembre de 2015, dando cuenta de traspasos por $32,5 millones desde la cuenta corriente personal de Martelli a la de Riquelme entre marzo y agosto de 2013. Martelli reconoció ante los fiscales que se trató de platas políticas“Mi relación con él (Riquelme) fue una relación exclusivamente de trabajo para la futura campaña, al final de la gestión activa de AyN (Asesorías y Negocios) nos reuníamos en su casa, en mi domicilio, cafés y en la oficina de Peñailillo, ubicada en (Francisco) Bilbao con Antonio Varas, en la Fundación Dialoga, y también en la casa de Peñailillo, ya que Cristián Riquelme vivía al lado de Peñailillo, en Ñuñoa. Nos reuníamos por temas políticos pero con el tiempo nos fuimos haciendo amigos, estas reuniones fueron hasta fines de la campaña, es decir, hasta comienzos de 2014”, aseguró Martelli el 13 de noviembre pasado frente a la fiscal Carmen Gloria Segura.
Las reuniones en Ñuñoa a las que hace mención Martelli en su declaración judicial se realizaron en los departamentos que Riquelme y Peñailillo compraron en 2005 en Ñuñoa, en la calle José Domingo Cañas, donde compartieron edificio hasta hace poco tiempo.
Según registros del Conservador de Bienes Raíces de Santiago, el 21 de junio de 2005 en la Notaría de René Benavente Cash, Rodrigo Peñailillo le compró a la Inmobiliaria Simonetti el departamento 72, ubicado en el séptimo piso de un edificio de la comuna de Ñuñoa, en la calle José Domingo Cañas. Además del inmueble, la compra incluyó una bodega y un estacionamiento. El monto del traspaso fue de $60,5 millones. Apenas 17 días después, el 8 de julio, su amigo Cristián Riquelme compró un departamento en el mismo edificio, un piso más arriba, el número 86, también acompañado por bodega y estacionamiento. Por la propiedad, Riquelme pagó UF 3.410 (equivalentes a $59,7 millones de la época). Ambos vivieron en el edificio casi 10 años.
En esos departamentos, según Martelli, se desarrollaron parte de las reuniones de la precampaña y campaña presidencial de Bachelet, las que habrían durado “hasta inicios de 2014”. Durante ese año, según aseguran en el edificio de José Domingo Cañas, Peñailillo entregó en arriendo su departamento, periodo que coincide con su llegada al Ministerio del Interior.
El caso de Cristián Riquelme es distinto. Hasta el día de hoy, según afirman en el edificio, el administrador de La Moneda reside en el departamento. Esa misma dirección aparece como domicilio legal de las dos sociedades que tuvieron contratos con el Estado: Asesorías e Inversiones Greentec Ltda. y Comercial A y R Ltda., cuyo nombre de fantasía es Socoar.
Ese departamento figura en la opaca declaración patrimonial que Riquelme actualizó esta semana en medio del coro público que brega por su salida del cargo.  Según esa declaración, el avalúo fiscal hoy alcanza a $68 millones, mientras que su valor comercial llegaría a $135 millones. A eso se deben sumar los $5 millones que según él cuestan en el mercado la bodega y el estacionamiento que están asociados a ese inmueble.
La casa que la declaración de Riquelme ubica en la ciudad de Lota corresponde a un inmueble que le compró en 2008 a su suegra, Ada Aravena Ruiz, por $18 millones, a pesar que hoy él sitúa su avalúo comercial tan solo en $14 millones.
Alexi Ríos, militante PPD y socio de Cristián Riquelme
Alexi Ríos, militante PPD y socio de Cristián Riquelme
Respecto del terreno que según su declaración compró en 2015 en Chillán (avaluado comercialmente en $25 millones), CIPER no encontró huellas en el índice virtual del Conservador de Bienes Raíces de esa ciudad. A esto hay que sumar un terreno en Peñalolén (ver recuadro), con lo cual el patrimonio inmobiliario de Riquelme suma –según sus propios cálculos– más de $570 millones.
De lo que este medio sí encontró indicios es de una sociedad comercial que hasta ahora no ha sido mencionada y que Riquelme omitió en su declaración patrimonial: En julio de 2012 constituyó la Sociedad de Marketing y Asesorías Los Ríos Limitada, junto a Alexi Ríos Díaz (militante PPD, cercano a la G 90 y asesor en la Dirección General de Desarrollo Estudiantil de la Universidad de Playa Ancha).
El registro en el Diario Oficial consigna que el objeto de la firma es la “asesoría financiera, económica, política, administrativa y publicitaria de personas naturales y jurídicas; la realización de eventos culturales, deportivos, sociales y políticos; el desarrollo de colectas públicas; de campañas de recaudación de fondos; de actividades de promoción y marketing de marcas comerciales, de productos, de personalidades, de imágenes corporativas y afines; pudiendo administrar dichos fondos y destinarlos a la compra y/o arriendo de bienes y servicios que tengan por objeto la realización de cualesquiera de los objetos previamente enunciados”. Los Ríos Limitada también utiliza como domicilio legal el departamento de Riquelme en José Domingo Cañas.
Según el registro del Servicio de Impuestos Internos, Los Ríos registra actividad tributaria entre 2012 y 2013. Aunque está vigente, no ha registrado nuevos movimientos societarios. No hay registros públicos que indiquen que Riquelme haya dejado de participar en esa sociedad, sin embargo no la incluyó en su declaración de patrimonio.

OTRO NEGOCIO DE LOS G-90

El 18 de junio de 2014 Cristián Riquelme junto a Flavio Candia Gallardo constituyeron la sociedad Asesorías e Inversiones Nido de Águila SpA, la que tuvo como fin la adquisición y administración de un terreno que compraron en la comuna de Peñalolen el 30 de noviembre de 2012, según publicó The Clinic. Está ubicado en un sector pre cordillerano de la comuna, en un callejón que sirvió de inspiración para nombrar a la naciente sociedad: Nido de Águilas.
El terreno fue comprado a un precio de $375 millones, de los cuales los socios pagaron $87 millones en efectivo y el resto gracias a un crédito hipotecario entregado por el Banco Itaú, el que deberá ser pagado en un plazo de 120 meses. La escritura correspondiente señala que el ex ministro Rodrigo Peñailillo se constituyó como fiador y co deudor solidario de Riquelme, y que Rocío Manzanares Ferrada hizo lo propio con Candia. Según confidenciaron cercanos al ex ministro Peñailillo a The Clinic a mediados del año pasado, esta jugada inmobiliaria se trata de un proyecto personal de quienes forman, o formaban, parte de la G-90.
En la declaración patrimonial de Cristián Riquelme, este terreno se tasa comercialmente a un valor de $395 millones.