viernes, 25 de marzo de 2016

CASO CHEYRE, LA JUSTICIA TARDA PERO LLEGA: PROTEGIDO DE LA CONCERTACIÓN Y NUEVA MAYORÍA DEBERÁ PAGAR POR SUS CRÍMENES

Cheyre imputado como torturador en 
La Serena: el oscuro presente 
del excomandante en jefe del Ejército







Por primera vez Juan Emilio del Sagrado Corazón de Jesús Cheyre Espinoza deberá participar de la reconstitución de escena del caso "Caravana de la Muerte" en el Regimiento Arica de La Serena. Testigos lo ubican en el lugar, además lo identifican como uno de los militares detrás del gatillo.
Hace tres años que se inició el proceso judicial en contra del excomandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre y finalmente le llegó la hora. El además exdirector del Servel fue citado, en calidad de inculpado en la reconstitución de escena del caso "Caravana de la Muerte" en el Regimiento Arica de La Serena.

La orden fue dada por el ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Mario Carroza, en la investigación por la muerte de 15 personas en el paso de la Caravana de la Muerte por la zona. Será la primera vez que Cheyre participará en una diligencia de este tipo, a pesar de ser mencionado en el lugar en el 2000 y se realizará el próximo martes 12 de abril en el actual Regimiento de Infantería N° 21, Coquimbo.

No es la primera vez que Cheyre se defiende en tribunales por la causa. Ya declaró dos veces por el mismo caso en la región. La segunda fue en el cuartel central de la PDI de La Serena, donde compareció por más de cuatro horas ante el juez de la Corte de Apelaciones Vicente Hormazábal.

La investigación se centra en el caso de la Caravana de la Muerte y el fusilamiento de 15 partidarios de la Unidad Popular a manos de la comitiva liderada por el general Sergio Arellano Stark el 16 de octubre de 1973; época en que Cheyre era ayudante del comandante del Regimiento de Infantería Arica, Ariosto Lapostol Orrego.

Cheyre, el torturador

El abogado querellante y que pidió la diligencia, Cristián Cruz, destacó lo importante del episodio y explicó que se demostrará que es imposible que Cheyre desconociera lo que ocurrió al interior del regimiento, gracias a los testimonios que lo ubican en el lugar y que aseguran que el excomandante fue su torturador.

"Este es un paso importante, hasta el momento no se había efectuado esta diligencia en el episodio Caravana de la Muerte La Serena. Las pruebas contra él son abundantes y consistentes", dijo Cruz, recordando que este es otro intento del Consejo de Defensa del Estado, CDE, y la Justicia "para intentar hacer efectiva la responsabilidad penal de los oficiales del regimiento de La Serena entre los que destacan Juan Emilio del Sagrado Corazón de Jesús Cheyre Espinoza"

"La reconstitución será una garantía y un derecho para los inculpados a ser oídos, decir sus verdades y mentiras. Los medios de prueba son inequívocos. Hace poco declaró el familiar de una de las víctimas que fue detenido y torturado por Cheyre y que en los interrogatorios les preguntaba por su hermano pronto a ser ejecutado".

-¿Cheyre es ubicado como torturador?
"Sí. Hay más de una declaración. Si la comunidad pudiera ver el expediente, se sorprendería por todo lo que ahí. Obviamente, no puedo entrar en detalles".

Su negación vale nada

Para la presidenta de la Agrupación Nacional de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, el trámite tiene un especial valor, al ser uno de los uniformados que ha logrado vivir en la impunidad y en el blanqueo permanente.

"Hay que recordar que Emilio Cheyre ha estado mencionado en varias situaciones, la más dramática es que haya salido impune en el caso de lafamilia Lejderman Ávalos, y se quitó la responsabilidad, siendo que él mismo fue quien entregó el niño en un convento. Es un personaje que tiene mucho que ver con el paso de la Caravana de la Muerte en el norte de Chile", alegó.

Sobre la permanente negación de responsabilidad en la causa, Lira recuerda en que ninguno de los condenados por violaciones a los derechos humanos ha reconocido su responsabilidad, sino que han caído por la cantidad de pruebas en su contra.

"Ningún victimario ha reconocido que ha sido parte, solamente algunos de los condenados lo han hecho ante pruebas irrefutables en su contra. Ellos nunca han dicho que son culpables y Cheyre que ha vivido en la impunidad todos estos años con la inteligencia y blanqueo que se ha hecho. Que digan que son inocentes no nos dice nada", concluyó Lira.

martes, 15 de marzo de 2016

SEGÚN PULSO SINDICAL ESTAMSO JODIDOS

PULSO SINDICAL Nº 307 DEL 15 AL 29 DE FEBRERO DE 2016

“ …palabra tan chiquitita que te han sacado partido,
pueblo es recurso político, y no falta algún panuo que venga a la población,
y que hablando por el pueblo, en un discurso bonito arregle la situación.
Pero eso es lo menor, el mentir es profesión…”

                                             Leña Gruesa, Quelentaro, 1969

El pueblo siempre ha sido el instrumento en el que se apoyan los tránsfugas y demagogos, que de tanto en tanto necesitan darse un barniz de humildad. No solo para no verse tan lejos de las masas populares sino también para confundirlas, porque aún y pese a tanta mierda estas masas de cuando en cuando intuyen su origen y su rol en la sociedad, e intentan combatir al sistema que las oprime.
Porque, seamos claros, las clases gobernantes y sus representantes y otros que bien bailan, han prostituido al pueblo. Lo hicieron dependiente de las migajas que les arrojan, de los bonos y de cuanta dadiva se les ocurre entregar en tiempos electorales y también cuando la crisis del modelo es demasiados evidente y necesita retoques urgentes.
Los detentadores del poder y quienes aspiran a sucederles, acostumbran a apelar a la confianza del pueblo a través de lacrimógenos discursos. Se puede ver a las autoridades, todas ellas sin excepción, meter las patitas a la tierra o el barro, bailarse una cumbia, una cueca o lo que les pongan, tomar niños en brazos, abrazar a los más humildes, quienes les tienden sus manos a ver si tocándolos se les pega algo de buena fortuna.
Ellos son parte del pueblo dicen en sus discursos y muchas veces el pueblo les cree y se friega. Ejemplos de aquello tenemos de sobra y no debemos olvidarlo.

Sin embargo y hasta el golpe de estado de 1973, tal actuar era más propio de la derecha capitalista y oligarca y otros iguales a ellos, aunque algo más cuidadosos en su decir y actuar y que se llamaban de centro.
Su contraparte, la izquierda, recorría el país promoviendo la organización, apoyando tomas de terrenos y huelgas, exigiendo más salud y educación para todos. Se sacaban la cresta junto a los más pobres y necesitados. No todos, pero si la inmensa mayoría.    
Fue el avance en el bienestar de los más necesitados de entonces, lo que puso en alerta a la derecha y al centro golpista. Fue el aumento de la organización popular lo que llevó a los poderosos a dar el golpe de estado, a detener, torturar, matar y desaparecer.

Y aún así y pese a los dolores, comenzó la rearticulación popular, se organizó la rebeldía y se fueron ocupando los espacios por tanto tiempo vedados.
Fue el momento para actuar de los camaleones y lo ocuparon muy bien.

El tiempo no pasó en vano. Muchos luchadores de antaño volvieron cambiados del exilio, olvidando propuestas y sueños.
El pueblo ya no era un actor a considerar, simplemente una compañía que no se podía rechazar a riesgo de aparecer demasiado cerca con la derecha.
Se hicieron del gobierno y ocuparon en el parlamento los espacios que habían negociado, previa oferta de una alegría que hasta ahora no aparece, Las leyes prometidas a la población no avanzaron, porque así lo estableció el pacto con el pinochetismo y porque nunca las sintieron como propias.

Infiltraron, compraron conciencias, entregaron compensaciones a algunos que en sordina las pedían. Anestesiaron al pueblo y lo convencieron de la imposibilidad de recuperar lo perdido.
Dividieron las organizaciones sociales y sindicales, corrompieron dirigentes, instalaron mesas de dialogo y conversación social que no sirven para nada mientras no haya equivalencias mínimas entre quienes participan de estos falsos instrumentos.

Sobre esta realidad debemos construir y aquellos que comienzan a abrir los ojos y pretenden erigirse como guías de los desencantados, harían muy bien explicando primero por que guardaron silencio por tanto tiempo ante lo que era evidente y hoy aparecen sacando la voz y dando pautas del que hacer futuro.
Lo contrario simplemente será seguir mintiendo a nuestro pueblo y tengan la certeza, los que lo hacen, que tarde o temprano deberán comparecer y explicar su actuar.   

Este Febrero 2016 no ha sido distinto de los anteriores y es reflejo inequívoco de la profundidad de la crisis.
Las sedes sindicales apenas si funcionan o lo hacen de medio tiempo, no hay trabajo de propaganda y los trabajadores son echados a la calle sin que a nadie parezca importarle. Ni una sola nota de prensa para las opiniones y acciones de denuncia del movimiento sindical, particularmente la opinión sobre las reformas laborales expuestas por la CGT  el CIUS, aunque debemos ser honestos y reconocer que muy poco se ha hecho por romper esta tendencia. Esto los abusados en sus derechos lo perciben y es por ello que aun se resisten a organizarse. O cambiamos de actitud o no avanzaremos.

Febrero en Chile es festival, lo que a su vez es sinónimo de banalidad, estupideces varias, dimes y diretes de personas con un bajo nivel intelectual y pobre vocabulario, que suelen llamar la atención por osadas y torpes actuaciones que ocupan primeras planas, transformándose en tema de discusión mientras a nuestro rededor todo se derrumba.
Por lo mismo no puede soslayarse el actuar de algunas personas que sin ser humoristas han hecho uso de los casos de corrupción, conflictos de intereses y un cuanto hay que se ha vivido, para conseguir la aprobación y la risa franca de quienes los escuchan.
Y sin embargo me queda la impresión que a esto le falta algo.
¿Por que estos acuciosos observadores de la realidad nacional, no le han dicho a la población, que tales conductas oprobiosas se mantendrán si no reacciona para eliminarlas?
Nadie puede obviar que si las cosas están como están, obedece en parte a nuestra pasividad y falta de reacción. Seguirán presentándose casos como los PENTA, CAVAL, SQM y si alguien cree que todo se soluciona con la acida critica de uno u otro comediante, está en un profundo error.
Solo la movilización organizada produce los cambios. Que no se olvide.  

Aumentó el valor del pasaje del Metro en $ 20 en hora punta. Algunas decenas de personas manifestaron invitando a la evasión, misma evasión que silente se aplica desde hace mucho tiempo en los buses del Transantiago.
Mi impresión es que este no es el camino, al menos no así como se viene haciendo.
No se avanza mucho evadiendo individualmente el pago, mientras se mantiene el consumismo obseso, el desprecio por los demás y los excesos de todo tipo.


No basta tratar de pasar colado en los pagos de la movilización, es imperioso, fundamental entender que para que las cosas cambien tiene que haber organización. Debemos exigir a quien nos gobierna y emplea, el pago diario de ese gasto de locomoción y también la alimentación. 
La organización en sindicatos, juntas de vecinos, centros juveniles, la unión de todos los desencantados, debe culminar en acciones masivas de esos millares que lo están pasando como la mierda.
Tomarse todas las estaciones del Metro y exigir que se liberen los torniquetes. No parar hasta que se modifique el valor del pasaje.

Para todo esto se requiere unidad y coraje. Ponernos a trabajar para que cambien las cosas, por que tengamos claro que no lo harán  los comediantes, por muy buenas intenciones que pudieran tener, ni tampoco aquellos que viven haciendo gárgaras con el pueblo, sin preocuparse efectivamente de él.


MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE

miércoles, 9 de marzo de 2016

La política del olvido de la transición y los exiliados VIP dueños de la política chilena junto a la derecha

Opinión
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Exilio: el retorno 

del Oso a Chile y 

la política del olvido de la 

transición

por  9 marzo 2016
Exilio: el retorno del Oso a Chile y la política del olvido de la transición
Un grupo de ex exiliados devenidos en víctimas
 “VIP” (Bitar, Lagos, Bachelet, Viera-Gallo, Insulza, 
Correa, entre otros) anunciaron la “reconciliación 
definitiva” en el país sobre la base de su propia 
“capacidad de perdón” a los verdugos, aduciendo 
que lo habrían hecho por el “bien” de Chile en pos 
de la búsqueda de la “paz social”.

El premio Oscar para Historia de un Oso, dirigida por Gabriel Osorio,
 ha puesto de manifiesto que la historia del exilio chileno ha sido 
sistemáticamente bagatelizada y olvidada durante más de cuarenta 
años de dos maneras diferentes, pero altamente eficaces: una a manos 
de la campaña de desprestigio montada por la dictadura cívico-militar 
contra los exiliados, tildándolos de “cobardes” por haber abandonado 
voluntariamente el país para llevar una vida de lujos y placeres en el 
extranjero; y, más tarde, durante la transición a la democracia, 
donde un grupo de ex exiliados devenidos en víctimas “VIP” (Bitar, 
Lagos, Bachelet, Viera-Gallo, Insulza, Correa, entre otros) anunciaron 
la “reconciliación definitiva” en el país sobre la base de su propia
“capacidad de perdón” a los verdugos, aduciendo que lo habrían 
hecho por el “bien” de Chile en pos de la búsqueda de la “paz social” .
Esta estrategia logró dar la impresión de que todos aquellos que seguían exigiendo justicia eran seres “resentidos”, incapaces de “mirar al futuro”, que optaban por “vivir en el pasado”. De esta manera los “osos” VIP se autoadjudicaron una superioridad ética frente al resto del exilio y otras víctimas de la represión, fomentando agresivamente la política del olvido de la historia de la represión y el exilio.
Mi generación, que llegó exiliada a los países europeos occidentales durante la adolescencia, generalmente no tenía afiliación partidaria a pesar de haberse solidarizado con la historia de sus padres, muchos de ellos perseguidos, encarcelados, torturados y, en algunos casos, ejecutados por la dictadura. Fuimos adolescentes que crecimos en democracia y muchos de nosotros tuvimos acceso a una educación superior de alta calidad, lo que nos permitió cultivar un espíritu libertario y convicciones humanistas críticas que nos diferenciaron de la generación de nuestros padres, acostumbrados a la manera de hacer política de viejo cuño con fuertes rasgos autoritarios. La tan cacareada “renovación ideológica” de la que hacían gala el PS y el PPD y algunos comunistas, muchos de los cuales se trasladarían de los viejos “aparatchik” partidarios al nuevo “aparatchik” concertacionista, era solo un cascarón vacío.
Sus prácticas políticas siguieron siendo fundamentalmente secretistas, altamente jerárquicas y absolutamente cerradas al diálogo real que fue reemplazado por los así llamados “acuerdos”, que tenían lugar solo a nivel cupular y a puertas cerradas. En el fondo, una vez estando en el poder inauguraron un oscurantismo cultural de nuevo tipo, mediante un férreo control de la opinión pública luego de la desaparición de casi la totalidad de la prensa que resistió a la dictadura.
Esto lo veníamos diciendo muchos “osos” de mi generación desde el primer día de la transición y por ello fuimos perseguidos, silenciados e impedidos de colaborar oficialmente en la reconstrucción de nuestro país. No por ello no aportamos al proceso de transición, ni lograron silenciar nuestro pensamiento, aunque fuera desde una vida laboral errante e incluso trabajando en el extranjero.
Desde luego que ningún “oso” librepensador, no alineado partidariamente, imaginó que el retorno a Chile sería definitivamente más adverso que la vida durante los últimos años del exilio. La reciente afirmación del a menudo inteligente y asertivo sociólogo Alberto Mayol, publicada en este mismo medio, que “los mismos exiliados miran en menos lo vivido y hablan de la beca Pinochet” es, por decir lo menos, desafortunada, pero sí muestra claramente el desconocimiento de la historia del exilio chileno.
Los “osos” dieron una lucha sin cuartel por sobrevivir al exilio con una cierta dignidad. Debe tenerse presente que este tipo de represión política era un mecanismo institucionalizado de denegación de la ciudadanía y destrucción sicológica de los opositores a la dictadura. El concepto de la “beca Pinochet” es un elemento más en el camino hacia la caricaturización de la violencia matona ejercida por la dictadura cívico-militar en contra de cientos de miles de exiliados chilenos que se prolongó de otra forma durante la transición, mediante una verdadera “pinochetización de las costumbres” (López Pérez) tolerada por las autoridades de turno al estilo de: “Si no te gusta, te vas”. Y para perjuicio de Chile, muchos profesionales tuvimos que irnos o salir afuera para poder trabajar. Era el segundo exilio. Y lo hicimos con mucho éxito, alcanzando reconocimiento profesional y humano en otros países.
Si en el exilio contamos con la extraordinaria amistad de los pueblos que nos recibieron, en el retorno la gran mayoría de los “osos” comunes tuvimos que aprender a recorrer las sendas de la existencia en el más total y completo desamparo emocional que generó la siniestra estrategia oficial del olvido practicada por la Concertación, aun si se consideran las mezquinas políticas de compensación estatales que contemplaban al inicio una indemnización mínima exclusivamente para las violaciones a los derechos humanos con resultado de muerte. Uno de los muchos ejemplos de ello fue la descarada política del Banco del Estado, al aplicar intereses usureros y en UF a los créditos otorgados a los emprendimientos de exiliados a partir de un fondo de donación y crédito blando destinado por el gobierno alemán, a través del Banco KFW, como ayuda al retorno de los exiliados que habían estado en Alemania. Se trataba del mal uso de 12 millones de dólares y del tratamiento de esa donación humanitaria como “oportunidad de negocio” por parte del Banco del Estado, en detrimento del bienestar y la reintegración de los “osos”. Este incidente dio lugar a un conflicto entre el gobierno chileno y el alemán, que finalmente presionó para que se condonaran las deudas con intereses abusivos a cerca de 560 familias de exiliados que estaban amenazadas de embargos judiciales y que no eran escuchadas por las autoridades de los gobiernos de Frei y de Lagos por desidia y corrupción (Brescia, Maura: Manos Limpias, la corrupción en las empresas públicas 1980- 2001, Editorial Mare Nostrum).
El concepto de la “beca Pinochet” es un elemento más en el camino hacia la caricaturización de la violencia matona ejercida por la dictadura cívico-militar en contra de cientos de miles de exiliados chilenos que se prolongó de otra forma durante la transición, mediante una verdadera “pinochetización de las costumbres”.
Las declaraciones a la prensa del abuelo de laHistoria de un Oso, Leopoldo Osorio, cuando confiesa que tuvo especial “cuidado” de no hablar abiertamente del trasfondo del cortometraje de su nieto antes que obtuviera el premio Oscar, para que no se fuera a “comprometer” el éxito de la película ni se “tiñera” políticamente, ilustran el miedo inoculado a los “osos” por la agresiva política oficial del olvido.
A Leopoldo Osorio le llegó un reconocimiento a los 83 años de edad por parte de la Municipalidad de Maipú, de quien fuera regidor en el pasado, por la exclusiva acción de su nieto. Grande Gabriel Osorio, porque logró rescatar a su abuelo del olvido, pero también grande por ayudarnos a los otros “osos” a ir cicatrizando heridas abiertas que se transmiten a través de las generaciones. Gracias a Gabriel y a su equipo por darle a ese sufrimiento silencioso de los exiliados una armonía musical, una voz y una imagen profundamente humanista que nos rescata como seres humanos decentes que supimos sobrevivir en medio de la adversidad y, al mismo tiempo, solidarizarnos con las víctimas de la dictadura en Chile, luchar contra la tiranía y paralelamente ser críticos ante cualquier atropello a los derechos humanos vengan de donde vengan.
Los exiliados no solo conocíamos a fondo lo que nos pasaba, sino que fuimos proactivos en la solidaridad mutua en tierras lejanas. Ejemplos puntuales de esta proactividad, entre muchas iniciativas en el exilio mismo, fueron el Colectivo Latinoamericano de Trabajo Psicosocial (COLAT) en Bélgica, de la Comisión Evangélica Latinoamericana de Educación Cristiana, dirigida por el Neuropsiquiatra chileno Jorge Barudy y un amplio equipo multidisciplinario de profesionales para atender las enfermedades mentales de los exiliados chilenos a raíz de la tortura y la prisión.
Este médico fue autor del libro Así Buscamos Rehacernos. Represión, exilio y trabajo psicosocial (1980) que marcó el inicio de múltiples iniciativas a nivel europeo en la búsqueda de instrumentos adecuados para ayudar a los “osos” chilenos y latinoamericanos. En Frankfort am Main dos psicólogos chilenos, Gabriela y Juan Carlos Corvalán, atendieron y apoyaron durante años a decenas de “osos” en el marco del Programa de Ayuda a los Refugiados de la Iglesia Evangélica alemana. En 1983, fue escrito por dicha autora el primer estudio académico en Alemania, Aspectos de una Sociología del Exilio Chileno en Alemania Federal, como tesis de título en la Universidad de Aachen desde un enfoque analítico psicosocial y político, abordando el exilio como una enfermedad del estrés a partir de las teorías del fisiólogo y médico austro-húngaro Hans Selye, quien había logrado definir definitivamente el síndrome del estrés, en 1936, como una enfermedad de la desadaptación física y psicológica al entorno. La literatura sobre la historia del exilio chileno y latinoamericano es numerosa y de alta calidad, solo que en Chile se conoce muy poco por las razones antes mencionadas.
Gabriel Osorio ha declarado a la prensa que el exilio de su abuelo fue “el capítulo más triste de mi vida”, sensibilizándonos una vez más sobre el otro sufrimiento que causa el exilio en la vida de los familiares que se quedan en el país y sobre todo en los niños. La buena nueva es que el premio Oscar a Historia de un Oso le ha doblado la mano definitivamente a cuarenta años de la política oficial del olvido del exilio chileno.
Todos los “osos” comunes que sobrevivimos la represión del exilio exterior e interior estamos en deuda con Gabriel Osorio y su equipo, pues nos han vuelto a dar esperanzas por un Chile mejor para todos. Felicitaciones.