miércoles, 19 de octubre de 2016

ESTADO VENEZOLANO EXTERMINA NIÑOS

Niños mueren como  si Venezuela fuera un Estado nazi
Dr. Mario H. Concha Vergara*
El régimen venezolano, presidido por Nicolás Maduro, un oscuro colombiano quien fungió como mozo de Hugo Chávez F. (Q.E.P.D.), para luego ascender a cargos ministeriales y ser nombrado como Delfín del Presidente Chávez, antes de su muerte, podría ser acusado de crímenes de lesa humanidad si así lo quisiera la Asamblea Nacional de Venezuela, cuestión, que aparentemente, no se atreven hacer.
Entre los principales crímenes, además del encarcelamiento de políticos, periodistas,  de torturas y, algunas desapariciones forzadas, está la de la muerte de miles de bebés durante su mandato. Cifras aberrantes y desconocidas por el pueblo venezolano pues nadie se atreve a publicarlas, ni darlas a conocer en los medios de comunicación.
Desde que asumió Maduro al poder, se vino complicando aún más la economía venezolana que ya venía en caída vertiginosa a la muerte de Chávez. Eso significó la muerte de miles de niños bebés y de madres parturientas por falta de recursos para la atención pre y pos natal.
En lo que va del año, han muerto más de 8 mil bebés que aún no cumplían el año de edad. Es decir, un 12% más que en el año 2015. Estas muertes son culpa de la mala administración de la salud pública, a la corrupción estatal que impide la llegada de insumos; es más, se dice que en el  Hospital Central de  Maracay , hace pocos días, despidieron a una doctora por recibir medicamentos como donativos para los niños del retén de recién nacidos.
La pésima gestión económica, el robo de las divisas por parte de miembros del gobierno, ha impedido la llegada de insumos a los recintos hospitalarios estatales. Es más, los continuos apagones de la luz eléctrica, los diarios cortes de agua, la incapacidad manifiesta de las autoridades de velar por la seguridad hospitalaria, entre otras lacras, han permitido el asesinato masivo de niños por negligencia, asesinatos que solo podrían ser comparados a los de la Alemania hitlerista.
La negligencia es tan grande, que en una incubadora colocan hasta dos bebés, los cuales muchas veces mueren por falta de electricidad para mantenerles la temperatura y el funcionamiento de sus aparatos médicos. A los recién  nacidos, los ponen en cajas de cartón (similares a las que se usan para envasar plátanos), alineados en los retenes de recién nacidos o en los pasillos de los hospitales a la falta de estos.
La falta de agua, de desinfectantes, de jabón, toallines, etcétera, han permitido que los bebés y las madres se contagien con una serie de viruses y bacterias para las cuales no hay medicamentos disponibles. Muchas madres han encontrado la muerte en estas mal llamadas "maternidades" debido a la falta de recursos y ante la impotencia de médicos y del personal paramédico. Esto es tan grave, que el The Wall Street Journal (19-10-16) subtituló "Madres e hijos en Peligro", para referirse al drama venezolano.
Los anterior, es sin duda un gran crimen de lesa humanidad pues viola abierta y descaradamente los derechos humanos de los pacientes que son libertad, justicia, paz que en su conjunto crean los DD.HH. de los niños (y madres) que es el derecho a la vida, supervivencia y desarrollo, valores totalmente ignorados y negados por el gobierno madurista, cuya violación flagrante se transforma en crímenes de Lesa Humanidad, los cuales son imprescriptibles ante la ley internacional. Bastaría que la Asamblea Nacional los denunciara ante el Comisionado de DD.HH. de la ONU, para que se enjuiciara a todo el gobierno, incluyendo a Maduro.
* El autor es PH.D. en Comunicación
Periodista

conchamh@gmail.com

CHILE AL PARECER ACTÚA COMO ESTADO NAZI

Presidente Comisión DDHH del Senado tras visitar a comunera Mapuche
"Madre engrillada durante parto no puede volver a ocurrir más en Chile"
El senador del Partido País manifestó que "estoy impresionado respecto del trato de Gendarmería para Lorenza".

"Pues en todos los momentos del traslado desde Arauco hasta Concepción, estuvo engrillada, pese a tener problemas de salud que la obligaron a un parto prematuro", explicó Navarro.

"Iremos al Ministerio Público y a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, pues esta situación no puede volver a repetirse jamás", enfatizó. 


Preguntándose, "¿quien podría pensar que Lorenza se iba a escapar, embarazada, a punto de dar a luz, si ella misma se presentó voluntariamente a cumplir la pena?", el senador Alejandro Navarro se refirió a la situación que afectó a la comunera Mapuche Lorenza Cayuhan, quien debió dar a luz engrillada y con personal de Gendarmería dentro de la sala de operaciones.

El presidente de la Comisión de DDHH del Senado comentó que, "Lorenza, en su condición de 32 semanas de gestación fue trasladada desde Arauco, engrillada y esposada al Hospital Regional; allí, por la falta de camas no pudo ser atendida y por un convenio que hay con la clínica privada del Sanatorio Alemán, fue llevada hasta allí para la atención del parto".

"Lo que no logramos entender, es que en todos los momentos del traslado, pese a tener problemas de salud que la obligaron a un proceso de cesárea, ella estuvo engrillada y esposada, lo que no cambió ni siquiera al momento de dar a luz", recalcó.

De acuerdo a Navarro, "estos datos están en los informes médicos respecto al momento de la atención; allí se indica que ella estuvo engrillada durante todo el proceso de la cesárea, es decir, con sus dos pies esposados el uno al otro".

"Por ello vamos a solicitar al Ministerio Público una investigación", prosiguió, "así como un informe al Colegio Médico con respecto al Código de Ética, porque la verdad es que en el quirófano, en la sala clínica, los médicos tienen que imponer un criterio".

Para el senador por la Región del Biobío, "¿quien puede pensar que Lorenza, quien se presentó voluntariamente a cumplir la pena, iba a arrancarse, y además en el momento del parto?".

"Tuvo a su hija, Sayen, cuyo nombre significa cariñosa mujer de gran corazón, mientras estaba engrillada de ambos pies, durante todo el procedimiento. Así lo establece el informe que entregó la clínica y así me lo ha ratificado también el personal de la misma y la propia Lorenza", añadió.

Lo que viene

Según el senador del Partido País, "aquí hay claramente una vulneración a la dignidad de la madre, a las condiciones óptimas para el ejercicio del parto, aun cuando fuera cesárea. En este sentido, vamos a presentar no solo la denuncia al Ministerio Público sino que también a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, de Derechos de la Mujer, porque si este procedimiento se hace con Lorenza, puede que se haya repetido en otras ocasiones, sin que tengamos información".

"Yo espero también que con este caso termine este procedimiento de Gendarmería, algo establecido quizás hace mucho, pero que es claramente violatorio de los derechos fundamentales de la madre; por lo que la instrucción de llevar a Lorenza a la cárcel de El Manzano, mientras su hija permanece internada en la UCI, se debe cambiar, ya que el apego es un derecho ineludible de la madre", agregó.

Alejandro Navarro indicó que, "ahora Gendarmería ofrece traerla dos veces al día, es decir, con horarios definidos por ellos, no por el equipo médico; por tanto es clave que Lorenza permanezca al lado de su hija, el tiempo necesario mientras ella se recupera de un parto prematuro. Cualquier otra cosa es violatoria además de los derechos de la madre, de los derechos de la niña".

"Gendarmería debe ajustarse a protocolos y procedimientos que no atenten contra la salud ni los derechos de las personas, lo que no habría ocurrido en este caso. Aquí se violentó la dignidad de Lorenza y de la niña, pues tener a una mujer engrillada durante su parto, es una práctica solo comparable a lo que se hacía en la Edad Media", finalizó el presidente de la Comisión de DDHH del Senado. 

sábado, 15 de octubre de 2016

Colonialismo y racismo primario en Tranguil

Declaración Pública Movimiento Territorios sobre Tranguil y proyectos de energía en tierras ancestrales




Declaración Pública Movimiento por los Territorios macro zona  sur ante los hechos en Tranguil, comuna de Panguipulli y los diversos emplazamientos de proyectos de centrales hidroeléctricas en territorios ancestrales.
DECLARACIÓN PÚBLICA
 
El Movimiento por la Defensa y Recuperación de los Territorios, coordinación de organizaciones de la Macro Zona Sur, como parte del Movimiento Plurinacional por la Defensa y Recuperación del Agua y la Vida,  viene a exponer lo que a continuación se indica:
1.- Lo que está ocurriendo en el territorio Mapuche de Tranguil, comuna de Panguipulli, es una demostración más de la brutalidad y formas arcaicas de proceder desde el Estado en colusión con empresas y transnacionaleshacia la vida de las comunidades. Colonialismo y racismo primario. Es decir, imponer por la fuerza proyectos afuerinos para el lucro, sin importar los derechos humanos de quienes defienden el bienestar colectivo de un territorio,  ya sea por razones culturales, espirituales, sociales o de políticas ambientales.
2.- En Tranguil, la institucionalidad pública y las fuerzas represivas del estado se han trasladado para imponer cableados para la conectividad de hidroeléctricas de la transnacional RP Global, de origen Austriaco, a quienes no les importó la muerte de Macarena Valdés (30 años) el 22 de agosto del 2016, en extrañas circunstancias, vinculado directa o indirectamente al conflicto hidroeléctrico generado allí. Se impuso en el territorio un cableado a través de la empresa CAM SAESA y la transnacional intervino el río con una central, sin el consentimiento de familias, comunidades e instituciones ancestrales del territorio, sin que se haya cumplido con la obligación del estado de establecer unprocedimiento previo, libre e informadosin consulta y sin considerar siquiera las prioridades en el territorio en materia de desarrollo o el respeto a lugares de significación cultural, tal cual lo establece el Convenio 169 de la OIT, tratado vinculante al estado chileno.
3.- El día 13 de octubre, Rubén Collío, werken de la Coordinación Newen Tranguil, quien era esposo de Macarena Valdés, viudo y padre de cuatro hijos, terminó con lesiones graves luego de exigir respeto por el territorio y verificar la documentación que permitía dicha intervención, terminando finalmente con poli contusión y torsión forzada de extremidad, rodilla y tobillo izquierdo, con claudicación moderada a severa, según consta en informe médico.
4.- Responsabilizamos de estos hechos, al Ministerio de Energía, encabezado por  Máximo Pacheco Matte y los diversos funcionarios designados con competencia en la materia, incluyendo los del Gobierno Regional de los Ríos. Asimismo, responsabilizamos a la transnacional RP Global, la que jamás cometería este tipo de abusos y atropellos en su País de origen: Austria. Asimismo, a la empresa local CAM SAESA quien coludidamente actúa con esta transnacional.
5.- Queremos reiterar. Chile no tiene necesidad energética. Chile no tiene escasez  de energía, incluso, el desarrollo de las industrias extractivistas como la minería y las celulosas, las mayores consumidoras de energía en el País (Más del 60 %  frente al 15 % de consumo de la ciudadanía),  tienen ampliamente cubierto su consumo a través de la cadena de negocios que el estado les ha posibilitado. Hoy, existe un descontrolado nuevo modelo de crecimiento neoliberal que busca solo lucro e incluso exportaciones, a costa de la intensificación en la depredación de territorios, la intervención de ríos y espacios de enorme importancia para la vida, con violaciones sistemáticas de derechos humanos a numerosas personas y comunidades.
6.- Solicitamos a las diferentes organizaciones de Derechos Humanos y sectores democráticos, en el plano local e internacional, a no solo observar, sino a actuar activamente por la defensa de los derechos de numerosas personas que exigen respeto por los derechos colectivos y lugares de significación, amenazados por proyectos de energía. Lo de Tranguil es un síntoma de un plano mayor, es un  foco grave de conflicto social, donde diversos operadores políticos pro empresariales pretenden llevarlo a un plano de criminalización, represión y violencia, tal cual quedó demostrado luego del extraño atentado ocurrido en Curacautín en una mini hidro denominada “El Agro” el día 12 de octubre, atendiendo las versiones e interpretaciones desde fuentes de la intendencia regional de la Araucanía, Carabineros y algunos medios informativos.
7.- Luego de estos evidentes abusos y atropellos en Tranguil, Panguipulli,alentamos, a todas las instancias defensoras de los derechos territoriales, de la madre tierra, a redoblar esfuerzos y unidad en la resistencia, cuya base es justicia y paz social. Nadie quien defiende los territorios es promotor de la violencia, sino de dignidad e interés colectivo. Todo acto que no vaya en ese sentido, es un montaje.
Suscriben,
-Movimiento por la Defensa y Recuperación de los Territorios Macro Zona Sur, parte del Movimiento Plurinacional por la Defensa y Recuperación del Agua y la Vida.
-Organizaciones defensoras de los territorios ancestrales, Región del Bio Bio
– Red por la Defensa de los Territorios, Región de la Araucanía, con organizaciones y comunidades participantes.
– Parlamento Mapuche de Koz Koz, Panguipulli y comunidades participantes, Región de los Ríos.
– Red de Organizaciones Socio Ambientales, Panguipulli
– Consejo de Comunidades Williche de Chiloé.
aguas y territorios

miércoles, 12 de octubre de 2016

JESUITAS CONTRA MADURO EN VENEZUELA


Jesuítas de Venezuela piden por respeto a la Constitución y atención a la crisis humanitaria (Comunicado)
Oct 2, 2016 2:17 pm

Este domingo, la comunidad Jesuíta de Venezuela se pronunció a través de un comunicado para fijar posición ante la situación político – económica que atraviesa el país.
“El presente es tiempo de tragedia en Venezuela”, cita un extracto del texto.
Así mismo, la comunidad pidió por la defensa de los principios democráticos, respeto a la Constitución y los derechos humanos, atención a la crisis humanitaria y de salud.
Lea a continuación el texto completo:
Los jesuitas ante los desafíos del país

Queridos hermanos, jesuitas y laicos:
La gravedad de la situación actual venezolana nos exige un discernimiento permanente desde nuestra vocación de servicio al Pueblo de Dios. Nuestro compromiso con la gente en muchas comunidades populares, con jóvenes y profesionales, con organizaciones sociales, nuestro trabajo educativo y nuestro servicio pastoral, nos sumerge en las muchas angustias que sufre el pueblo venezolano.
Como compañeros de Jesús de Nazaret, al servicio de su misión, nos sentimos convocados al análisis del momento que vivimos y a dar nuestro mejor aporte para transformación de las estructuras de pecado y de muerte que golpean a nuestro pueblo. Desde este Espíritu, habiendo escuchado las inquietudes de muchos compañeros jesuitas y siguiendo las directrices del P. Provincial, convoque en mi carácter de Viceprovincial una “Consulta Ampliada” para el análisis de la situación actual del país y de sus exigencias para nuestra misión apostólica. A tal efecto, nos reunimos conjuntamente la Consulta Canónica de Provincia y el Equipo Apostólico el pasado 30 de septiembre. Esta carta, aprobada por el Provincial, expresa la reflexión y los lineamientos que creemos deben orientar nuestra acción en este momento que vive el país.
El momento presente
El presente es tiempo de tragedia para Venezuela. El país padece problemas que no habían sido conocidos por las últimas generaciones de venezolanos. La mayoría de la gente vive con gran esfuerzo en una situación de sobrevivencia que empuja a vivir en trance, en shock, perdiéndose todo sentido de normalidad en la cotidianidad.
La sensación con la que se vive es de rabia y frustración. El empobrecimiento es masivo. La escasez y la incapacidad de adquirir lo poco que distribuyen las redes comerciales se traduce en hambre y miseria para la gran mayoría. La inseguridad crece en una violencia diseminada e impune. El autoritarismo político y la hegemonía comunicacional pretenden imponer un mundo demagógico y falso. El tejido social se desvanece y la institucionalidad es sinónimo de corrupción, opacidad e impunidad.
Organizaciones internacionales y muchos Estados del planeta hablan de crisis humanitaria en Venezuela y de violación de derechos humanos elementales. Las encuestas señalan que el 94% de la población dice que el país está muy mal y que más del 70% está a favor del Revocatorio al Presidente de la República.
Venezuela es una olla de presión con las válvulas tapadas. La situación no sólo es insostenible, es insoportable. Los economistas a coro señalan que el desabastecimiento va a ser mayor y la inflación también durante los próximos meses. Es previsible que los saqueos y las protestas sigan en aumento, al tiempo que el discurso vacío de los voceros oficiales, la represión y las políticas erradas prosigan avivando el fuego.
La crisis venezolana es de carácter fundamentalmente político. Se ha roto la legitimidad del gobierno, quedando en minoría electoral pero detentando el control de casi todos los poderes públicos nacionales con excepción de la Asamblea Nacional, a la cual margina sistemáticamente. Mientras, la oposición ciudadana al gobierno representa la gran mayoría y la oposición partidista ocupa espacios muy restringidos dentro del Estado venezolano.
La crispación y la polarización entre gobierno y oposición partidista es cada vez mayor e imposibilita alcanzar los acuerdos básicos que deben existir entre la sociedad y el Estado para lograr los fines consagrados en la Constitución Nacional. Para contener la oposición, el gobierno actúa cada vez más ejerciendo una cruel y dura represión contra la disidencia, violando los más elementales derechos humanos, situación ésta denunciada por organismos internacionales de reconocida solvencia. Cualquier opción de diálogo y entendimiento se hace cada día más difícil.
Ante esta situación, la mayoría de la población venezolana, más allá de las identificaciones partidistas, cree que la opción de referendo revocatorio presidencial, puede ser el inicio de un proceso de transición política pacífica, democrática y constitucional eficaz. Como muy bien ha señalado el Episcopado Venezolano: “Ante la gravísima crisis política del país, el referéndum es la solución menos traumática y más conveniente… de no darse el referéndum la crisis se hará cada vez peor.” Somos conscientes que el revocatorio es sólo un paso (que consideramos necesario en la presente circunstancia) de un largo y complejo camino que requiere de muchos esfuerzos de negociación, acuerdos y consensos para la superación de la actual crisis, en donde todos los actores son necesarios.
Vemos con indignación como el Consejo Nacional Electoral (CNE), desde los inicios de la activación del proceso del revocatorio, ha jugado un papel claramente sesgado hacia los intereses del gobierno, retardando los lapsos, imponiendo normas no establecidas ni en la Constitución ni en las leyes respectivas y maltratando al pueblo venezolano al obligarlo a participar en condiciones de extrema dificultad.
La última decisión del CNE sobre el proceso de recolección del 20% de voluntades es inadmisible, ya que tergiversa el sentido literal del artículo 72 de la Constitución Nacional, estableciendo que este porcentaje no es sobre el total del registro electoral nacional sino proporcional a la población electoral de cada Estado. Además, prácticamente se establece como fecha para que se realice un eventual referendo revocatorio presidencial, el mes de marzo de 2017; amén de las condiciones operativas establecidas, que resultan muy desfavorables para la participación.
El convocante del referendo revocatorio, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), respondió que acudiría a la cita establecida para la recolección de las firmas, pero que no aceptaba las condiciones impuestas. Obviamente, el escenario planteado para los días 26 al 28 de octubre, fecha establecida para la recolección, será altamente conflictivo y profundizará la inestabilidad y la zozobra política.
Nuestros retos
La crisis del país es de carácter orgánico, toca todos los aspectos de la vida nacional. El cuerpo social avanza cada vez más hacia condiciones de vida menos humanas. Nuestra situación bien puede caracterizarse como de violencia institucionalizada y de pecado estructural. La dignidad humana, el don de la vida y de la paz están gravemente amenazados.
En este año centenario de la presencia de la Compañía de Jesús en Venezuela hemos renovado nuestro horizonte apostólico, que nos propone trabajar en la transformación superadora de esta dolorosa situación, desde lo que hemos aprendido en este tiempo de acompañamiento al pueblo venezolano, promoviendo la fe y construyendo la justicia que brota de ella. Es este un momento especial para el discernimiento vigilante y el compromiso con todos los venezolanos y entre ellos con los más pobres.
A nivel personal es tiempo de cultivar nuestra fortaleza espiritual, desde el silencio y la contemplación, dejar que el evangelio nos interpele directamente y nos dé el tono necesario para adoptar una actitud perceptiva ante la realidad y de apertura ante sus retos y exigencias. Es un tiempo para oír los clamores de nuestra gente y acogerlos para presentarlos al Padre a fin de responder a su voluntad de redención en la historia.
En nuestras comunidades es clave garantizar encuentros para el discernimiento y la deliberación sobre la realidad y de cómo esta situación nos afecta en lo personal, en lo comunitario, en lo apostólico y en nuestras relaciones familiares. Así cómo para el diseño de estrategias y acciones que nos ayuden a canalizar adecuadamente nuestras preocupaciones, desde los medios de que disponemos.
Como cuerpo de jesuitas y laicos, agrupados en obras, sectores y redes apostólicas, es necesario diseñar estrategias de incidencia en nuestros respectivos campos de acción, promover el análisis compartido, acompañar a nuestros equipos de trabajo y a la gente a quienes servimos y promover espacios de encuentro para la acción con otros actores que realizan tareas similares a las nuestras.
Una preocupación permanente que nos debe movilizar es el diseño de planes conjuntos como Provincia, en unión con la Iglesia y su jerarquía, así como con otras organizaciones sociales, para promover:
• La formulación de horizontes, sustentados en diagnósticos especializados y rigurosos que permitan la formulación de políticas públicas en diferentes ámbitos para viabilizar la orientación de nuestras grandes opciones apostólicas. Pensar este país y sus posibilidades es una responsabilidad apostólica propia de Compañía de Jesús para con la Iglesia y la sociedad venezolana.
• La defensa de los principios democráticos y de la institucionalidad consagrada en la Constitución Nacional de la República, en especial de los derechos humanos.
• La atención a las víctimas de la represión política. 
• La atención a la crisis alimentaria y de salud, que se concreta en el apoyo al corredor humanitario propuesto por la Conferencia Episcopal entre otras iniciativas.
• El fortalecimiento de la convivencia ciudadana frente a la viole diseminada en toda la sociedad.
• El acompañamiento a las organizaciones sociales, ONG, instituciones educativas, en cuanto actores relevantes en la construcción de alternativas para el país
• La participación en iniciativas tendientes a favorecer nacional, que promuevan el diálogo y la concertación, el reconocimiento de todos y la expresión soberana y democrática del pueblo venezolano.
El momento que vivimos nos llama a robustecer la relación con Dios nuestro Padre, su Hijo Jesús y el Espíritu Santo, de quienes nos decimos sus seguidores y bajo cuya bandera nos hacemos constructores de su reino de libertad, dignidad y justicia. Que la fidelidad a nuestra vocación y misión nos guíen en este discernimiento permanente de lo que debemos hacer en esta tierra que tanto amamos.

Hermano en Cristo. 

domingo, 9 de octubre de 2016

Los militares venezolanos debe actuar ya; Maduro se declaró dictador

Felipe Pérez Martí: A los soldados venezolanos

Sep 25, 2016 7:09 am
Publicado en: Opinión
Felipe Pérez Martí fue ministro de planificación de la primera presidencia de Hugo Chávez, tras el paro petrolero. Lo precedió y sucedió Jorge Giordani. Confiesa haber ideado Cadivi como un mecanismo temporal / Foto La Razón
Felipe Pérez Martí fue ministro de planificación de la primera presidencia de Hugo Chávez, tras el paro cívico nacional. Lo precedió y sucedió Jorge Giordani.  / Foto La Razón

Estimados soldados venezolanos, hombres y mujeres todos. Quisiera tener una conversación larga y sincera con ustedes.
Comandante Supremo
Primero que todo me quiero presentar como un soldado más. Soy el inventor del término “Comandante Supremo”. Como saben, el Presidente Chávez me pidió que lo ayudara en el Ministerio de Planificación, en Mayo del 2002. Luego de que aceptara trabajar con él, le dije “Hugo (lo tuteaba en privado), tú eres el Comandante en Jefe; pero yo tengo un Comandante Supremo”. Él captó inmediatamente lo que esto significaba, por tener una formación militar: cuando sus órdenes estuvieran en contra de mis principios, yo no iba a seguirlas, sino que me iba a guiar por esos principios, que eran los que iban a orientar mi trabajo en el gobierno. Alguien podría pensar que Chávez se enojó, pues eso implicaba decirle que yo tenía otro jefe, en realidad, al que iba a obedecer por encima de él, y que si estaba trabajando con él, era porque mi Comandante Supremo me lo había ordenado, no por otras razones. Pero no. Él soltó una sonora carcajada, y me dijo: “no te preocupes, Felipe, que ese es el Comandante de todos nosotros!”. Al otro día lo vi en televisión con un crucifijo azul (cuya copia nos dio a muchos de nosotros), mostrándolo, y repitiendo exactamente la misma frase que me había dicho a mí en privado: “Este es el Comandante de todos nosotros!”
Me imagino que él con alguna frecuencia decía entre sus íntimos que el Comandante Supremo le estaba ordenando esto o aquello. En especial, cuando estaba ya de salida de este mundo terrenal, cuando seguramente diría que “el Comandante Supremo me está llamando”. Si bien es cierto que la soberbia lo fue envolviendo y cegando con el tiempo, él jamás hubiera estado de acuerdo en ser llamado de esa manera, por la sencilla razón de que sabía que nunca podía tomar el sitio que le correspondía a Dios, de quien era realmente devoto. Pero como ustedes saben, seguro que la caterva de aduladores que siempre lo rodearon, en algún momento empezaron a llamarlo así, aún en vida, y sobre todo después de su muerte. Con fines utilitarios, estoy seguro, para usar su imagen en favor propio.
El cuento es que me considero un soldado, como ustedes. Y en ese sentido estamos hermanados, de hecho, con todos los hombres y mujeres venezolanos. Seguimos una misión aquí. Cada quien en su posición concreta, sirviendo un propósito. En el caso de ustedes, defensa de la soberanía de la nación por la vía de las armas físicas, sabiendo que esa soberanía se extiende, y depende de, la soberanía política, económica y social. En el caso mío, que estoy seguro es el caso de ustedes también, mi función es la defensa del país, y de la humanidad y la naturaleza toda, con las armas de la Verdad, la Justicia, la Paz interior, la tolerancia, la democracia. Y los enemigos son, es bueno dejarlo explícito, la mentira, la manipulación, la injusticia, la explotación, la segregación, la exclusión y la esclavización humana y de la naturaleza. En el caso de ustedes y el mío, somos también seguidores de Simón Bolívar, quien vino a liberar y defender naciones y pueblos, no a someterlos, esclavizarlos, a conquistarlos y usufructuar su trabajo y su territorio; todo mediante la prédica de principios de moral y de luces en todos sus discursos, y sobre todo con sus acciones. Está claro que usó las armas, físicas y éticas, para servir al pueblo, no para servirse de él y usarlas para oprimirlo.
Situación económica actual y sus remedios
Para ver qué país, y qué gente es a la que defendemos con nuestras armas, veamos muy brevemente, en un lenguaje llano y resumido, cuáles son los problemas económicos y cómo se resuelven. No hace falta entrar en el detalle de todas las cifras para darse cuenta de que el diagnóstico es de un país cercano a la muerte, en un sentido muy real: escasez de comida y medicinas, insumos, repuestos, etc, con una contracción económica que puede rondar del 15% al 20% a finales del año. Inflación galopante, que puede llegar entre 700% y 1000%. Altísimos niveles de inseguridad y caos, saqueos frecuentes, protestas espontáneas por comida y falta de servicios públicos, con una semilla en erupción de violencia generalizada, sometido al hambre, a enfermedades, a muertes perfectamente evitables, con una pobreza de ingresos llegando al 80% de la población, todo lo cual hace pensar en una posible africanización de nuestro país.
Paradójicamente, la solución económica es técnicamente sencilla. Y para eso, veamos las cosas más importantes del asunto: el déficit fiscal ha estado por seis años en más de 10% del PIB, llegando a cifras de 18%. Algo inaudito, realmente. Normalmente cierras esa brecha entre gastos e ingresos bajando los gastos, subiendo los impuestos, o incrementando la deuda. Como la posibilidad de deuda externa está bloqueada, y el gobierno no ha bajado los gastos, la brecha, en términos reales, se ha cerrado con una subida de los impuestos. Se trata del impuesto inflacionario. Más del 80% de esa brecha se ha estado monetizando. El gobierno ha estado imprimiendo dinero, que es básicamente papel. Lo ha dado a la población en contraprestación de bienes y servicios, y eso ha generado inflación. En otras palabras, el gobierno ha tomado de la gente su producción y su trabajo, a cambio de papeles con cada vez menos valor. Y la gente se ha quedado con esos papeles que compran cada vez menos bienes (pues los vendedores de productos y servicios a los que hay que inducir a aceptar esos papeles a cambio, quieren conservar el valor real de su riqueza, por lo que piden más papeles devaluados por ellos; y en eso consiste la inflación).
Pero ¿porqué el gobierno ha puesto a pagar ese tremendo sacrificio a la gente? Veamos. Si quisiéramos tener solvencia fiscal (cuentas fiscales balanceadas en el largo plazo, sostenibles), podríamos hacer varias cosas. Imaginémonos que eliminamos el control de cambios, subimos el precio de la gasolina para evitar el contrabando a Colombia y demás países fronterizos, dejamos de regalar petróleo a algunos países, incluyendo Cuba, dejamos de hacer importaciones públicas y repartir la comida a través de las redes de distribución pública (Mercal, Pdval, CLAP). Con esto, y con el ajuste de precios de electricidad, agua, teléfono, el fisco obtiene alrededor de 14% puntos del PIB. Ahora, dada una contracción brutal del gasto real del gobierno en la primera mitad del año, el déficit se ha reducido a niveles de alrededor de 6% a 8% del PIB.
¿Qué pasaría entonces? ¡Tendríamos un superávit de alrededor de 7% del PIB! Pero antes de seguir (no es cierto que esto sería neoliberal, y que los pobres quedarían peor, sino exactamente al revés, como diré en breve), veamos a quién perjudica un ajuste de este tipo. El gobierno ha estado regalando sus dólares a los corruptos, públicos y privados, a través de Cadivi; ha estado regalando su gasolina a los contrabandistas (los que hacen ese negocio en grande, por tierra, mar y hasta por aire, como ustedes saben, incluso desde PDVSA misma, con participación de algunos soldados también); ha estado importando directamente con sus dólares, y repartiendo esa comida, de manera que los corruptos se quedan en el camino con más de la mitad de eso cuando realmente importan, pues se quedan con una buena tajada de los dólares al importar mucho menos de lo que reportan por sobre-facturación y otras prácticas; ha estado regalando su petróleo a países del Caribe y Cuba; ha estado regalando irresponsablemente la electricidad, el agua y los servidos telefónicos.
¿Y quién paga esos regalos a los corruptos e irresponsables? El pueblo, con su impuesto inflacionario. Sabemos de las cifras gigantescas de dinero que se ha ido en corrupción por todas estas vías, sin un solo culpable, que yo sepa. Y ustedes son soldados, pero se enteran de estas cosas por muchas vías. De hecho, algunos soldados indignos han estado metidos en ese robo agravado a la nación de Bolívar, y a sus habitantes más vulnerables, los que necesitan más ayuda. En resumen, este gobierno que se dice del pueblo, de los pobres, ha estado financiando el enriquecimiento de los corruptos con impuesto inflacionario de los pobres y la clase media. Una transferencia directa, redistributiva, pues, “de izquierda”, según los apologetas ideológicos del gobierno.
Un programa de estabilización requiere liberar precios también, además de lo dicho. Pero algo es claro: una sinceración cambiaria no sería inflacionaria (porque el ajuste, la devaluación, ya ocurrió, y algunos precios bajarían al bajar el tipo de cambio de los niveles del dólar paralelo). Los precios de los bienes hasta ahora regulados se colocarían a un precio muy por debajo del precio de bachaqueros, y habría la disponibilidad que uno quiera comprar. Y además, los pobres y la clase media serían compensados con ingresos reales directos. No solo se usaría para eso el superávit comentado, de unos 9% del PIB, sino parte de un posible déficit, perfectamente válido en estas circunstancias, financiado con préstamos reales, sean internos, o externos, que no es inflacionario, como sabemos. El nuevo endeudamiento externo necesario, sobre todo para importaciones, para capear el temporal, es de unos 40 millardos de dólares. Es un préstamo perfectamente financiable, pues en un entorno de medias de estabilización, y un equipo creíble, es interpretado por el mercado como atractivo a precios internacionales, pues lo que hemos sufrido consiste, en términos económicos, en un shock negativo temporal.
Mi propuesta es que haya una transferencia bancaria, para cada venezolano, de alrededor de unos $25 mensuales por adulto (BsF12.500) y $10 por niño (BsF 5.000) calculados a la tasa de equilibrio del mercado (que hoy sería de alrededor de 500 BsF por $) por un año. Es mejor que la transferencia sea a todos no solo a los más necesitados, por dos razones: la gran mayoría de los venezolanos son realmente necesitados en este momento. La otra, se necesita actuar rápido. Y si se da a unos y no a otros, se mete la corrupción inmediatamente. Además, a los ricos se les puede pedir que donen ese dinero, voluntariamente. Muchos de ellos lo harían con todo gusto, para como están las cosas con sus conciudadanos, y sabiendo que vamos a salir de este marasmo todos, y a todos nos va a beneficiar, en particular a los emprendedores, que van a ser el motor determinante de la recuperación, y una transferencia voluntaria a los más pobres es en realidad una inversión en su país, y en su futuro. Se calcula en dólares, para resguardar el valor real de ese ingreso.
Una cosa lógica que se deriva de este análisis es que la inflación se pararía en seco, como ha ocurrido en procesos con muchas similitudes al nuestro, con hiperinflaciones. Si no hay brecha fiscal, ¡no hay que monetizarla! Se elimina así la fuente de la inflación. El ajuste inicial de precios de gasolina, electricidad, etc, podría perfectamente pagarse con los subsidios directos mencionados, que en una familia de dos adultos y tres niños, sería de unos 80 dólares mensuales, unos 40.000 Bs, a esa tasa (un aumento del precio de gasolina como el que proponemos significaría un gasto por automóvil de unos 12.000 Bs mensuales). Un esfuerzo gigantesco, pero que vale la pena, y que rendiría frutos inmediatos de estímulo a la producción por la vía de la demanda real, no inflacionaria. El bienestar de la clase media y los pobres debe ser la primera prioridad de este programa de estabilización y recuperación de la economía y la sociedad, por supuesto. En eso, de hecho, hay consenso total entre los economistas que hemos venido haciendo propuestas: no es un ajuste neoliberal, pues, para nada.
Lo que se necesita para salir de la crisis coyuntural, resumiendo, son tres cosas: liquidez en dólares, solvencia, y confianza. Los dólares van a servir en parte para importaciones de bienes e insumos, pero hechas por el sector privado, y a la tasa competitiva de mercado, sin subsidios cambiarios. Con esto y con lo comentado en materia fiscal se resuelve la solvencia, básicamente. Es bueno recalcar que ese dinero, unos $40 millardos, no lo va a manejar el gobierno: va a ser ofertado desde el BCV, que debe centralizar todos los dólares del estado, para que los importadores los compren en las subastas respectivas.
Pero el componente más importante del remedio es la confianza. Tiene que ver con el clima necesario para la recuperación productiva liderizada por los emprendedores privados. Se requieren leyes apropiadas acordadas con empresarios y trabajadores, cambios institucionales, acuerdo político de gobernabilidad, y Pacto Republicano para salir del rentismo.
Como vemos, a pesar de lo increíblemente grave, la crisis es enteramente artificial. No fundamental como en otros países, donde que es prácticamente imposible cerrar la brecha fiscal sin bajar draconianamente los gastos, o subir contractivamente los impuestos. La solución en nuestro caso consiste, de nuevo, solo en dejar de regalar los ingresos petroleros a los corruptos, y dejar de financiar los gastos del estado con transferencias a través del señoreaje inflacionario, con los ingresos y el trabajo honesto de la clase media y los pobres. Lo demás lo hace el mercado, con un estado que debe ser regulador, y no estalinista. Y con justicia social, claro. Eso es parte clave de la confianza, en realidad, pues una ciudadanía maltratada y resentida no puede contribuir a la confianza necesaria político-social, y económica. Cambios más estructurales, como los relacionados con la calidad del gasto, vienen para luego, mejorando la eficiencia del estado, sin desmejorar a los trabajadores.
Para finalizar esta parte, es claro que la “guerra económica” no es tal: los empresarios no pueden incrementar los precios “especulativamente” a voluntad. Ni siquiera los monopolios, que son los que tienen más poder de mercado. Por eso no hay inflación en Bolivia y Nicaragua, por ejemplo. Solo que en un ambiente inflacionario, generado por la política fiscal y monetaria como la descrita, reaccionan adaptativamente, e incrementan los precios para cubrir costos. Responsabilidad del gobierno, pues, a pesar de los inventos de los apologetas ideológicos, como Serrano Mancilla, que no tienen la más mínima idea de estas materias. Así que en la “guerra” en la que los han puesto a ustedes a luchar somo soldados, el enemigo es un falso fantasma, creado por el propio gobierno, justificando al fin y al cabo sus objetivos de beneficio de los caza-renta, como detallaremos ahora.
En realidad lo que proponemos es un cambio de modelo, desde el estalinismo, hacia la “vía solidaria”, que privilegia la justicia social, valora el mercado como mecanismo de intercambio, no de explotación, y el estado para regular las fallas del mercado. El estalinismo, basado en producción y distribución desde el estado, está plagado de fallas, entre ellas la inherente corrupción de quienes distribuyen los productos, y la necesidad de controladores, y sus controladores, en una cadena de oportunidades de arbitraje, y por tanto de corrupción. Modelo que no ha servido en ningún lado, y ya ha fracasado estrepitosamente aquí.
Pacto republicano contra el rentismo
No basta salir de la crisis coyuntural, del sótano diez. Hay que aprovechar para lanzarnos de una vez por todas hacia el piso 20, hacia la modernidad en materia económica, social y político-institucional. Nuestro peor problema en este sentido es la maldición del excremento del diablo. Pero esa maldición no es eterna. Tiene su remedio. Fue un venezolano, Juan Pablo Pérez Alfonso, quien descubrió la cura, que se aplica en otras partes del mundo, como en Noruega, y ahora estamos en una coyuntura propicia para aplicarla en nuestro país. Los síntomas de la enfermedad, documentados en todos los países que la han sufrido, son tres: la enfermedad holandesa, la inestabilidad macroeconómica, y la captura del estado por los “caza-renta”. Este último síntoma tiene varias características para esos países: falta de democracia, centralismo territorial e institucional, corrupción público-privada, y militarismo.
El primer síntoma ocurre porque los dólares de la renta entran al país, y compran la moneda local, sobrevaluándola. Eso hace que sea barato importar, lo cual subdesarrolla la industria y la agricultura. Tampoco se exportan esos bienes, pues si alguien de fuera quiere comprar caraotas, por ejemplo, tiene que comprar bolívares, que son caros, por lo que las caraotas le salen caras en Venezuela, y por eso la persona de fuera las compra en Dominicana, digamos, donde le salen más baratas. Las políticas de Chávez, dirigidas por Giordani, Armando León, y Merentes, empeoraron esa sobrevaluación “natural”, con el control de cambios: recibieron un enfermo, y le aplicaron un remedio que empeoró la enfermedad.
El segundo síntoma ocurre porque los precios de las comodities de esos países rentistas, como el petróleo en el caso nuestro, son muy volátiles, y exógenos. La volatilidad inducida en los ingresos de renta pasan así a la economía sin anestesia, por lo que cuando los precios están altos, la economía va bien; cuando están bajos, la economía va mal. La gestión económica de Chávez, y de Maduro, empeoraron también al paciente con sus “remedios” en este sentido. En particular, Chávez gastó absolutamente todo el inmenso ingreso petrolero extraordinario que le entró a Venezuela en sus años de gobierno. Y no solo eso, ¡se endeudó afuera para gastar más! No ahorró en tiempos de vacas gordas, y estamos donde estamos cuando los precios del petróleo bajaron.
El tercer síntoma es lógico: los “cazadores de renta” se organizan con el objeto de hacerse de esa renta para ellos solos. Forman mafias, lo más silentes posibles, y capturan esa renta desde el gobierno, y desde el sector privado. No les conviene la democracia, pues es un mecanismo de control de gestión del ingreso, de la renta pública. No les conviene la descentralización territorial, pues tendrían que compartir la renta con gobernaciones y alcaldías. Tampoco la independencia institucional, pues tendrían que rendir cuentas. Y son militaristas porque los soldados se convierten, en ese clima corrupto, en los garantes de la seguridad de los caza-renta, en vez de dedicarse a defender la seguridad nacional. Como es evidente, todas estas características de este tercer síntoma de la captura del país por los caza-renta también empeoraron con Chávez y Maduro.
Este último no es un síntoma (¡ni los anteriores!) exclusivo de la quinta república. Viene de la cuarta. Y pasará a la sexta si no llegamos a un pacto económico, político, social y militar. De hecho, quienes querían quitar a Chávez, mediante el golpe del 2002, o por el paro petrolero, fueron los cazadores de renta de la cuarta, que liderizaron al país por un sendero diabólico, sin muchos saberlo. Quienes capturaron al gobierno de Chávez y de Maduro son los caza-renta de la quinta. Y muchos militares, hay que decirlo, son los líderes hoy por hoy del cartel de mafias caza-renta de la quinta república. Esos soldados corruptos están relacionados con las importaciones del gobierno y la distribución de alimentos y medicinas a la población (los CLAP incluidos); al otorgamiento de dólares al sector privado; al contrabando en grande de gasolina; a los créditos que otorga la banca pública; a las redes de usufructo de los bienes del estado en sus empresas.
Cuando Chávez sufrió el paro petrolero, por ejemplo, y ganó la batalla contra la dirigencia empresarial, la oposición, y el imperialismo en ese momento (que sí que participaron en el golpe y en el paro), lo que debió haber hecho fue identificar el problema del rentismo adecuadamente, y corregirlo de raíz. No tratar de exterminar a los buscadores de renta y sus mafias, formando nuevas mafias, usando a la fuerza armada como su partido político en esta guerra, con el liderazgo político de Fidel Castro. La solución correcta hubiera sido la de Pérez Alfonso aplicada en Noruega, el Fondo Petrolero. Eso implicaría que la renta se queda afuera, y se invierte afuera. Resuelve el tercer síntoma de un solo trancazo, pues si no hay carne, no hay zamuros. Y el gobierno debe vivir de los impuestos, como en cualquier país (aquí los impuestos no petroleros son 14% del PIB, cuando en Perú y Chile son de unos 23% del PIB). Así florece naturalmente la democracia (pues quienes pagan impuestos quieren saber para qué se usan): se incentiva la independencia de poderes y descentralización territorial, lo cual mejora la gestión pública. Se desmontan las mafias alrededor de la renta, porque no hay renta, y los soldados pasan a hacer sus funciones, y no a ser usados como el cuerpo de seguridad de los corruptos.
Error estratégico de Chávez, repito, quien tuvo la buena intención de usar la renta para los pobres, y eso fue lo que le trajo problemas con los caza-renta de la cuarta. Pero no contaba con que las mafias caza renta mutan de piel, se adaptan, son extremadamente hábiles en todo, en particular en corromper actores claves, y buscar apologetas ideológicos que engañan a la población, a ministros y hasta el presidente, diciéndoles que este gobierno es para el pueblo y por el pueblo, y no para sus intereses, como vimos arriba. La solución no es cambiar de gente para administrar esa renta. Se trata de diseño institucional, no de moral individual, pues las oportunidades de arbitraje muy grandes corrompen hasta gente honesta. Hasta a mí, que era el ministro anti-corrupción por excelencia, ya que presidía la Comisión de Transformación del Estado, y estaba trabajando arduamente en eso, trataron de corromperme, un banco de la cuarta república (con unas “princesitas”) con complicidad de altos funcionarios que armaron la emboscada. Y eso que era en el principio del gobierno de Chávez, cuando ni siquiera había habido la avalancha de ingresos petroleros que vimos luego. No es de extrañarse que tengan a la gran mayoría de ministros comprados, atados, impedidos de salir de sus garras, como ocurre normalmente en las organizaciones mafiosas: una vez que entras a ellas, no puedes salir, sino muerto, y con familia asesinada. Por eso Chávez desaprovechó una gran oportunidad, que debemos aprovechar ahora si queremos realmente deslastrarnos de esa maldición.
El segundo síntoma, el de la inestabilidad macroeconómica, se resuelve directamente también, pues la volatilidad de los precios petroleros, y sus shocks de ingreso, no los experimenta el país, sino el Fondo, que se transforma en colchón estabilizador. El primer síntoma también se cura ipso facto, pues al no entrar los petrodólares, no sobrevalúan la moneda local, y los productos internos transables se vuelven competitivos, interna, y externamente. Claro que para administrar el remedio al paciente en nuestro caso, hay que hacerlo progresivamente, pues una terapia de shock aquí puede ser mortal en muchos sentidos (por ejemplo, pasar de unos impuestos de 14% del PIB a 23% de un solo trancazo, es mortal para la reactivación productiva, un shock extremadamente contractivo).
Por todo esto es que hace falta un pacto político, económico, militar y laboral. Déjenme decirles, de paso, que si viene un nuevo gobierno, no rojo sino azul, y no se amarra al mástil (como Ulises, para no echarse al mar cuando oyera el canto de las sirenas), caerá en el rentismo, con todos sus males. Es un problema de diseño institucional, no de moral individual o color político, repito. Lo mismo con el sector privado, que casi no paga impuestos (los que llegan realmente al fisco) con el cuento de la renta. Y los militares, y los trabajadores del sector público. Cada uno de esos “jugadores” debe participar en el pacto, que es, desde el punto de vista estratégico, un “equilibrio cooperativo” en un juego repetido. El secreto es que ninguno pierda, pues hay que partir del peor de los escenarios: que son egoístas (¡aunque un poco de altruismo en estas élites, por el país, no haría nada mal, claro!), tomando en cuenta también de que si no hay un futuro que valga la pena, les conviene seguir usufructuando la renta como hasta ahora.
Pero con el pacto van a ver claramente que les conviene más lo que van a ganar en el largo plazo con un país próspero, que depende crucialmente de dicho acuerdo, con buenos sueldos y satisfacción de cumplir su verdadera misión para los militares y trabajadores; con excelentes oportunidades para la inversión y ganancias competitivas para el sector privado; con un país en que se pueda hacer política como Dios manda, con liderazgos genuinos, transparentes, y llenos de vocación de servicio público, para los políticos que realmente añoran ejercer su verdadero sueño ocupacional. Todos orgullosos de una Venezuela como la querían nuestros padres fundadores, y como la necesitan nuestros hijos y nuestros nietos. Las ganancias serían inmensas, que es lo que garantiza las posibilidades de triunfo del pacto. Un círculo virtuoso, pues, para salir del círculo vicioso en el que estamos entrampados todos.
Recapitulemos algo: Luego del golpe de 2002, liderizado por los cazadores de renta de la cuarta república, por EEUU, Gran Bretaña y España, Chávez mostró flexibilidad, apertura. Me nombró a mí jefe del gabinete económico, y yo propuse un pacto en lo económico y político llamado “Plan de Consenso Nacional” basado en el mercado, con estado regulador y justicia social. Básicamente el mismo que estamos proponiendo hoy. Pero esos buscadores de renta traicionaron las buenas intenciones de Chávez, y mi liderazgo, y empezaron una guerra económico-política para tumbarlo definitivamente: el paro petrolero-sindical-patronal. Esa guerra la ganó Chávez, como sabemos. El problema es que a partir de ahí, Chávez comenzó una guerra de contra-ofensiva para rematar al contrario ya caído, con el liderazgo político de Fidel Castro, y con la asesoría económica de Giordani y Armando León (la parte cambiario-monetaria este último). El haber iniciado una guerra contra el sector privado y la oposición, una vez derrotados, fue un error grave, y prolongó la idea de que había una guerra desde ahí en adelante, que se extiende a nuestros días, con el fantasma de la guerra económica. La idea correcta hubiera sido aplicar el remedio contra el rentismo, y acoger a los empresarios, la oposición y el sistema democrático, con sus diversidades naturales, como aliados fundamentales en la construcción del país, cada quien renovándose desde dentro en el nuevo contexto que impedía la corrupción caza-rentística.
Esa “guerra”, pues, que no ha debido realizarse, ha conducido a la más absoluta derrota del país como un todo (¡y del gobierno!). Por lo cual lo que está planteado es reconocer errores, cada cual desde su situación, y recuperar al país sobre la base de un diagnóstico acertado, y una acción generosa de cada jugador implicado en la nueva batalla por recuperar nuestro país. He sido testigo del reconocimiento de errores de parte de la nueva dirigencia empresarial, en particular en las más recientes gestiones de la presidencia de Fedecámaras, quienes han dicho que lo del golpe y el paro fueron errores muy graves. Además, están haciendo propuestas de medidas económicas en función del país, y no por intereses mezquinos. Eso hay que alabarlo, reconocerlo, y ponerlo como ejemplo para los otros jugadores. El único enemigo aquí es el rentismo y nuestra miopía. Todos saldríamos ganando, pues, incluso como egoístas (no en sentido peyorativo, sino normal, de quien persigue su propio interés). Mucho más si somos altruistas y queremos dar la vida por nuestro país y nuestra gente, como soldados que somos en esta guerra contra la indefensión, el subdesarrollo, la opresión, la injusticia, la pobreza, la africanización, y la pérdida de nuestro país. La guerra no es contra los venezolanos, que somos inocentes, aunque algunos podamos haber estado equivocados, como lo querría Bolívar en este momento también.
Situación política actual y sus remedios
Es claro que vivimos una situación que es no solo insostenible económicamente, socialmente, y políticamente, sino insoportable en cada uno de esos ámbitos. Tenemos unos pocos sátrapas secuestrando el gobierno y el país, sin ningún tipo de legitimidad política, destruyendo a la república, que se está africanizando, somalizando, a marchas forzadas, solo para mantenerse en el poder. Y saben cuál es su principal sustento? La fuerza armada (Por ahora…!).
Por supuesto, la mayoría de ustedes, soldados honestos, no tienen responsabilidad directa en lo que está pasando. El grupo de soldados corruptos es relativamente pequeño. Claro que hay mucha corrupción en pequeña escala, como los guardias nacionales que cobran vacuna, que martillean en cada alcabala del país. Si su ingreso real fuera decente, no andarían en eso, de hecho, y se pueden diseñar mecanismos anti-corrupción con buenos sueldos y en un entorno económico e institucional adecuado, también. No es cuestión de eliminar físicamente a los corruptos, repito, sino de impedir que la corrupción ocurra, por diseño. Y hacer una suerte de amnistía en la que todos reconozcamos nuestro errores, y empecemos una vida nueva sobre nuevas bases. Así, debemos ir hacia una sociedad en que se viva del trabajo, de la producción, del esfuerzo, y no del robo, de las dádivas del gobierno. Lo correcto es que tengamos condiciones para la producción, igualdad de oportunidades, y a partir cada quien use su creatividad, y su responsabilidad para sustentarse, y con eso aportar al país. No es difícil hacerlo, para nada. Requiere el programa de estabilización que esbozamos arriba, y el Pacto Republicano de que hemos hablado.
Pero mientras tanto ¿qué está pasando? El país se está hundiendo. Literalmente. La gente está siendo esclavizada por este grupito de sátrapas, por la banda de los siete títeres genocidas, que pretenden seguir chupándoles la sangre, financiando sus desmanes corruptos improductivos. Y ustedes, soldados, están siendo usados como los capataces armados de esa esclavización. De hecho, esos sátrapas están matando de mengua a los esclavos, que son también hermanos, y herederos de los mismos padres y de la misma tierra. Están matando la gallina de los huevos de oro. Claro que el gobierno ha tratado bien a los capataces armados para hacer eso. Les dan prebendas, los ponen en una situación privilegiada en muchos sentidos. Por ejemplo les dan sus bolsas de comida del CLAP, mientras la gran mayoría de la población no recibe eso. Han llegado al colmo de fundarles una empresa petrolero-minera. Para utilizarlos como perros guardianes de sus corruptelas y expoliación de la patria de Bolívar y sus ciudadanos.
¿Están ustedes, hermanos soldados, dispuestos a seguir jugando ese papel? ¿Se sienten bien con eso? La fuerza armada como un todo tiene los niveles de aceptación más bajas en su historia, según ustedes lo saben. Y a hora con las funciones de dirección económica, son directamente responsables de la situación. Un grupito de sus dirigentes está haciendo que todos ustedes, los soldados honestos de la república que son la gran mayoría, estén pagando el muerto de Maduro y sus secuaces.
¿Se hicieron ustedes soldados para esclavizar al pueblo venezolano? Al contrario, entraron con grandes ideales bolivarianos, libertadores. Y como tales, saben que Simón Bolívar abolió la esclavitud aquí y en muchos países. Saben que Bolívar fundó su ejército para liberar pueblos, y no para oprimirlos. Saben que Bolívar privilegió el gobierno civil, aún a costa de los deseos del pueblo porque él gobernara directamente. ¿Porqué algunos de ustedes se creen superiores a los civiles? No saben que quien se cree superior, como en el nazismo, es de hecho inferior, además de fascista? ¿Porqué creen algunos de ustedes que son capaces de manejar la economía cuando no han estudiado estas materias? Chávez, bajo la influencia del nefasto Giordani, y bajo el liderazgo político de Fidel, inculcó esa idea de que los economistas no servíamos. Para justificar que quien no sabía, como el mencionado ministro y su grupo, sí que podían conducir la economía. Sin darse cuenta de que para arreglar las cosas ahora no hay, prácticamente, ningún desacuerdo entre quienes ejercemos esta profesión, pues lo que hay que hacer es muy básico, de consenso total, que ellos, en su soberbia ignorancia, ni siquiera sabían, y a estas alturas tampoco saben. Corregir los tremendos entuertos con cosas muy básicas, que ustedes tampoco conocen, sencillamente porque no son especialistas. No se puede poner a conducir un Sukhoi a un experto en submarinos, por muy sofisticados que sean estos últimos. El resultado es que se estrella y muere el soldado piloto, y se pierde el aparato y la guerra, como en nuestro caso.
Finalmente: ¿porqué ustedes permiten que algunos de ustedes están en la fuerza armada que fundó Bolívar y son corruptos? ¿No saben que en tiempos de Bolívar, sabiendo su talante en estas circunstancias, ya hubieran sido pasados por las armas? ¿Fusilados sin misericordia por ser ladrones y traidores a la patria? Estoy seguro que ustedes, que saben de compañeros corruptos, no están contentos con esta situación, pues la acción de estos corruptos mancha el nombre de toda la institución armada. Y seguro quieren actuar en consecuencia, para depurar la institución. De hecho, debería instituirse una medalla al soldado bolivariano, para que se la gane cada quien con su acción y su moral. No llamar a toda la fuerza armada “bolivariana”, pues muchos manchan el nombre de Bolívar con su manera de actuar y de pensar. Ustedes saben muy bien, como lo sabemos todos, que pertenecer a la fuerza armada no hace automáticamente bolivariano a todos los soldados, sobre todo en las circunstancias que estamos viviendo, en las que el gobierno y su entorno se han encargado, en la práctica, de corromper a muchos de esos soldados directamente, para que participen del cartel de mafias caza-renta, y garantizar seguir en el poder.
Perspectivas políticas para el futuro inmediato
Y les digo algo. Si Maduro y la banda de los siete no salen este año, porque siguen irrespetando la Constitución y las leyes, como la han irrespetado hasta ahora, la fuerza armada va a ser tildada, y con razón, como la principal responsable de la situación. Por el sencillo hecho de que el único apoyo real que tienen es esa fuerza armada. Y también les digo algo: Si no hay revocatorio o renuncia este año, y Maduro y sale en el 2017, y ponen de presidente a Diosdado, o a Rodríguez Torres, para dar solo dos ejemplos, la situación no se va a resolver, sino que se va a agravar aún más, con pronóstico reservado en materia de generación de violencia incontrolable, y somalización completa. Incluso si ponen al ministro de la defensa de presidente. Por dos razones básicas. La principal, que la confianza es el ingrediente clave de la solución, como hemos dicho. Y esto implica un acuerdo político, además de arreglos institucionales fuertes, que impliquen poner en los poderes del CNE y el TSJ, además de la Contraloría, la Defensoría, la Fiscalía, a árbitros mutuamente confiables. Así como cuando se nombra un jurado, y tanto el abogado defensor, como el fiscal acusador, aprueban a sus miembros. Eso de poner militantes de partido en esas instituciones no puede ser parte de la solución, claramente. Como está pasando ahora con el CNE y el TSJ, por ejemplo.
Y ¿porqué no habría un acuerdo político con la oposición? Porque si el nuevo gobierno (o Maduro, si sigue) tiene éxito con ese apoyo, la oposición no va a ser alternativa electoral en el 2019. No los van a apoyar, por la dinámica política predecible, en un ambiente de revancha creado por la negativa este año a realizar el referéndum, y la conflictividad política, con árbitros vendidos a uno de los equipos en juego. Y por tanto ese gobierno, con un 80% o más de la población y su dirigencia en su contra, no va a tener éxito, incluso si hicieran las reformas económicas que hacen falta pero que no producen, por sí mismas, la confianza necesaria. Por tanto, el país se seguiría deteriorando, y ustedes serían cómplices de la matanza de la gallina de los huevos de oro. Del asesinato de los esclavos, los venezolanos, que son los que trabajan para alimentar a esas mafias que ustedes protegen, aún sin darse cuenta, por órdenes de sus superiores.
¿Estarían ustedes contentos hoy con una situación como esa? Su prestigio como institución bajaría no al piso, sino que llegaría al sótano diez. Y saldrían del poder, sin lugar a dudas, indignamente, pues las armas de violencia física, hoy por hoy, no son las que determinan el destino de los pueblos. Son las armas de la la verdad, el progreso, la justicia, con una fuerza armada que acompañe, no que se oponga, a este proceso. ¿Recuerdan la batalla entre David y Goliat? Mucha gente incluso se está planteando abolir la fuerza armada. Porque no se dedica a sus trabajo, sino que es un instrumento de opresión del pueblo que Bolívar liberó. Son tenidos por muchos, injustamente porque la mayoría de ustedes no son directamente responsables, como traidores a la patria, perros guardianes de quienes matan a su propio pueblo de hambre y enfermedad, para llenarse ellos de riquezas y de poder ilegítimo. Es claro que la mayoría de ustedes mismos estarían de acuerdo en desbandar una fuerza armada con esas características. Para dedicarse a un trabajo más digno, aún si ganan menos dinero y tienen menos prebendas.
Lista parcial de responsables personales e institucionales directos
Antes de terminar mi carta a todos los soldados venezolanos, me dirigiré a una lista parcial de ellos que son directamente responsables de lo que está pasando.
1- Presidente Nicolás Maduro: Usted ha estado siendo un soldado que ejecuta las órdenes de Fidel y Raúl Castro, y de los caza-renta de nuestro país. Esto último, sabiéndolo o sin saberlo, con un ropaje ideológico falso. Su gestión ha sido de derecha corrupta, pues ha beneficiado a los poderosos y conectados, que han hecho sus fortunas a partir de la renta petrolera. Todo esto a costa del bienestar de los pobres, la clase media y de los empresarios honestos de nuestro país. Muchas veces se le han hecho las recomendaciones para resolver esto, pero Usted, con una testarudez inaudita, se ha negado a cambiar en favor del pueblo para mantener el favor de los corruptos y de quienes tienen intereses geopolíticos sin importar lo que pase con el pueblo venezolano. En este sentido, obedeciendo esas órdenes, ha sido un indigno soldado que se ha convertido en enemigo de nuestro pueblo. Todavía está a tiempo de hacer algo útil por la patria: renunciar, pedir perdón por sus errores, y facilitar una transición de consenso con la oposición, que incluya al chavismo para salvar el legado de Chávez: su genuina preocupación por los pobres y los excluidos.
2- Diosdado Cabello: Usted ha jugado un papel nefasto para nuestro país. No por casualidad es uno de los líderes con más rechazo en las encuestas, tanto en la oposición, como en el chavismo. Su presente campaña electoral para ser la alternativa del chavismo no tiene futuro, y va en contra no solo del interés nacional, sino también del propio chavismo. Como soldado, ha mancillado el nombre de Bolívar. Póngase de lado y deje de estar amenazando y tratando de amedrentar a sus contrincantes políticos, incitando a la violencia, y usando los recursos del estado para beneficio político-partidista. Déjenos ya tranquilos y dedíquese a su vida privada, para que recapacite sobre sus errores, y pueda reivindicarse ante el Comandante Supremo, pues el pueblo va a durar mucho tiempo para perdonarlo.
3- General Reverol: Usted ha jugado el papel de abusador y acosador de los opositores de manera indigna y cobarde, impropia de un soldado de la República, hijo de Simón Bolívar. Cese en su acción de represión, de intimidación, de vejación de los derechos humanos de los venezolanos, a quienes el mismo Bolívar declaró inocentes aún siendo culpables. Mucho más si son incriminados de manera fraudulenta, como en su indigno caso. Respete a los venezolanos, que pueden encausarlo directamente usando las leyes pasado este momento coyuntural. Ponga de su parte, y renuncie, asumiendo las responsabilidades por sus crímenes a la ética y a la humanidad, y al buen nombre de un soldado bolivariano, tanto nacional, como internacionalmente.
4- Jorge Rodríguez: Usted ha actuado y sigue actuando para tratar de eternizar el poder de un régimen violador de los derechos humanos, en particular, del de los opositores políticos. Usted está avergonzando la memoria de su padre, de quien fuimos y somos admiradores, pues él pasó por una situación similar de persecución política. Usted además ha recurrido a la más burda manipulación de las leyes y la Constitución, para hacer trampa en el juego electoral-democrático. Debería darle vergüenza. Será tenido como un personaje muy problemático, sobre todo en lo ético, poniendo nuestro país al borde de la violencia política generalizada, de la guerra entre hermanos. Deje de darle órdenes a las cuatro rectoras del CNE, que usted no es su jefe o comandante. Póngase de lado, pida perdón, y busque consejo espiritual para enmendar sus aberrantes estilos de vida y de acción. No crea que nos va a llevar al abismo. Su tiempo ya se acabó, pues el pueblo ya lo ha decretado, y el Comandante Supremo está harto de su carácter de tramposo, aunque todavía lo llama a recapacitar.
5- Tibisay Lucena, y las tres rectoras restantes del CNE: ustedes son soldadas personales de Nicolás Maduro y de Jorge Rodríguez, en vez de obedecer la Constitución y las reglas electorales que ustedes mismas instituyeron. ¿No les da vergüenza? Mientras Colombia está escogiendo usar los votos como la única forma de dirimir los conflictos políticos, ustedes, que tienen como función precisamente la de promover el voto con ese objetivo, están escogiendo la violencia como la forma de decidir los destinos del país, y están apoyando a quien tiene las armas físicas en esta contienda violenta, el gobierno y su apoyo militar, que es usado como perro guardián del régimen corrupto, que el pueblo está harto de soportar. Actúen para corregir sus errores, pues en sus manos está la paz o la guerra, ya que el pueblo no está dispuesto a convertirse en un esclavo domesticado y amedrentado por las armas. Venezuela se los agradecería. Pero sepan que a pesar de sus actuales intentos, nuestro país saldrá airoso de esta contienda vergonzosa en la que ustedes la han estado metiendo por falta de entereza ética y humana. Están a tiempo de enmendar sus acciones.
6- Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia: ustedes no siguen la justicia, sino que son soldados obedientes de quienes tienen oprimido injustamente a nuestro país. Son la vergüenza de la patria. Enmienden sus caminos y renuncien, para que se llegue a acuerdos de institucionalidad en nuestro país. Dejen esos caminos, y faciliten unas transición hacia una nueva Venezuela para todos, y para todos nuestros hijos. De otra manera pasarán a la historia como quienes intentaron, infructuosamente, justificar legalmente los crímenes más atroces contra la democracia y contra el imperio de la justicia. Dense cuenta de que no van a tener éxito en esto, y pónganse del lado del rescate de nuestro país, que viene con una fuerza imparable.
7- José Vicente Rangel: Usted es uno de los políticos más nefastos de toda la historia de nuestro país. Trató de corromperme personalmente varias veces en el gobierno, causando una gran desilusión por la imagen de dirigente de izquierda que tenía de Usted como defensor de los derechos humanos de los perseguidos políticos. Cuando ha habido “necesidad” de grandes compras militares innecesarias, Usted ha salido como periodista anunciando una “inminente invasión”, manchando el nombre de su profesión. Ha sido un soldado de sus propias ansias de riqueza y de poder, sin importarle si sus acciones mancha el nombre de la izquierda, el verdadero socialismo, el democrático y progresista; sin importarle la situación de hambre y enfermedad que sufre la gran mayoría del pueblo venezolano. Ahora pretende, usando un lenguaje engañoso, liderizar el pesimismo, y garantizar la permanencia política de un régimen absolutamente nefasto contra nuestro país. Sus días de torcido liderazgo han pasado ya. Haga algo útil, y retírese, para dedicarse a la vida privada, y reflexionar sobre sus errores.
Exhortación final
Por este medio, pues, hago un llamado como soldado hermano a todos los soldados honestos de la fuerza armada, que son la gran mayoría, y a todos los venezolanos, que al fin y al cabo también son soldados en sus propios ámbitos. Se requiere que ustedes se dediquen a su función: garantizar la soberanía nacional en materia de defensa, colaborando en todas las otras áreas de soberanía, la productiva y alimentaria, cambiaria, monetaria, la social, la de seguridad ciudadana, la política y la geopolítica, sabiendo que debemos trabajar en equipo, cada quien en su especialidad. Como están las cosas, la fuerza armada ha sido tan mal utilizada, que ni siquiera ha podido desempeñar el papel que le corresponde directamente, de la soberanía territorial y geopolítica-militar. La solución no es, pues, un gobierno militar o militarizado. Un gobierno efectivo requiere salir del secuestro en que nos tienen metidos los actuales caza-renta y sus títeres. Y promover un acuerdo nacional político-económico y social, en que participemos todos, incluyendo a los soldados de la fuerza armada, como dije, para retomar el camino liberador de Simón Bolívar.
Quiero motivar mi exhortación final con otra historia personal. Cuando salí del gobierno, Chávez me mandó a decir con José Vicente Rangel (mi archienemigo en el gobierno luego de que no acepté sus corruptelas y se encompinchó con Tobías Nóbrega en mi contra) que “había decidido mandarme a otro destino”, o la embajada de Argentina, o la representación ante el Banco Mundial. Yo le dije a José Vicente que no aceptaba. Pero a la semana, estando yo ya fuera del gobierno, me llamó Chávez en persona por teléfono, y me preguntó qué había decidido sobre lo que me mandó a decir. Yo respondí “No te preocupes, amigo Hugo. Yo soy un soldado del Reino de Dios”. Para quienes no lo saben, a los soldados sus comandantes les asignan unas funciones, unas tareas, y deben obedecerlas sin chistar. No a todos se les dan opciones para escoger, y Chávez, el Comandante en Jefe, me estaba permitiendo escoger entre dos alternativas. Pero yo le contesté que no le obedecía a él en materia del destino al que debería ir, sino a mi Comandante Supremo. Es claro que mi destino era este, el de hacer la labor que estoy haciendo para contribuir a salvar nuestro país desde mi posición actual, como nos toca a todos nosotros, hermanándonos de nuevo en esta misión sagrada. Actué así, pues, como soldado, poniendo en práctica lo que dije a mi entrada al gobierno, obedeciendo mi conciencia, a pesar de que la orden del Comandante en Jefe implicaba estar bien económica y políticamente.
No me quiero poner como ejemplo, sino poner mi historia para que sirva de evocación de lo que todos, como soldados, debemos recordar: nuestro objetivo no es el bienestar económico y político pasajero aún a costa de nuestros principios, y las enseñanzas de Simón Bolívar. Si nos dan el mando de seguir de perros guardianes de un régimen que oprime, reprime, esclaviza a nuestro pueblo para usufructuar sus riquezas y sus derechos políticos; de un régimen que no tiene legitimidad política ni moral, no podemos seguir, en buena conciencia, ese mando. Tenemos un mandato del Comandante Supremo: seguir los principios de verdad, de justicia, de paz de conciencia, de la democracia. Y en eso tenemos el apoyo directo, y el mandato, de nuestra Constitución:
Artículo 350: El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos.
Cordialmente y pendientes, que ahora es que viene lo bueno, como consecuencia de nuestra acción para liberar y restaurar a Venezuela, cada uno como soldado de la República en su propio ámbito, y mediante métodos pacíficos, legales, constitucionales, su amigo, hermano y compañero de lucha, sinceramente,
Felipe Pérez Martí